Ya avalado el acuerdo político financiero con el Eurogrupo por una amplia mayoría en el Parlamento griego, es definitivo aclarar el fundamento sostenido por Alexis Tsipras para solicitar el voto aprobatorio.
Lo que ha planteado es que Alemania se opuso rotundamente a este proyecto, que no pudo concretar debido a que fracasó en la pugna donde se definió levemente la aceptación. Lo que no manifestó, y que los analistas comprendieron, es que Merkel pretendía sacar a Grecia de Europa y ponerla en tal situación que la dictadura militar o un gobierno reaccionario implacable fuese la única forma posible para controlar el caos que sobrevendría. Bien pensado desde una perversa mirada.
Según su exposición, las tres posibilidades eran: aceptar el ultimátum o chantaje (aunque Tsipras así no lo dijo), con el fin de dar aire, liquidez y respiro, implicando una drástica recesión al pueblo; provocando la destrucción del estado de derecho de tal modo que la anarquía o la fuerza derrotase la democracia avalada por una Nación; o salir de la zona euro devaluando toda la riqueza nacional, quedando en iliquidez absoluta, haciendo del heroísmo un absurdo y propiciando un caos inimaginable. Por ello, propuso la primera opción sabiendo el riesgo que significaba por ser realmente la única oportunidad posible.
Lo que no disertó con absoluta claridad es que Grecia queda obligada a entregar su soberanía a los acreedores internacionales, entre ellos, la Troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional), más el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (¡!), al que debe 131.000 millones de euros del total de la deuda (312), quienes decidirán sobre la aceptación de las leyes de la República pues, en la medida que vayan contra el "acuerdo", no podrán ser presentadas al Parlamento. Esto implica una renuncia impresentable en pleno siglo XXI y demuestra que el chantaje sí existe de modo nítido.
Drácula se ha apoderado de la otrora nación insigne pues el vampirismo ejecutará hasta el final el desangramiento de ese pueblo, de su gente, de la niñez y la ancianidad incluida, como un maligno ente diabólico
Igualmente no comentó con precisión meridiana que otra exigencia es que la riqueza nacional, hidrocarburos, telecomunicaciones o electricidad, por ejemplo, pase de lo público a lo privado, con el fin de financiar más de 50.000 millones de deuda. De modo similar que las medidas antipensionales y laborales deberán ser implementadas rápidamente, tales como el debilitamiento de la libertad sindical, su organización, el papel de los empresarios en el despido, etc., propias del neoliberalismo extremo. Entre otras "ideas" no menos lesivas.
Lo cierto es que numerosos periódicos europeos estudiaron el proyecto catalogándolo como una imposición, golpe de Estado, venganza, revancha, humillación, la nueva neocolonia, que dieron como conclusión una versión propia del mito, aunque real en su expresión: Drácula se ha apoderado de la otrora nación insigne pues el vampirismo ejecutará hasta el final el desangramiento de ese pueblo, de su gente, de la niñez y la ancianidad incluida, como un maligno ente diabólico.
Y las cifras indican que el "rescate" de 86.000 millones de euros será invertido en el más alto porcentaje para el pago de deudas a la banca y solo un 25% para inversión, lo que deja las arcas vacías y próximas a una nueva solicitud de sangre fresca para ser exprimida, tal como lo manifestaron aquellos que se opusieron en el Parlamento. Hay que recordar que antes de septiembre debe ser cancelado, de lo "prestado", cerca de 10.000 millones de euros en intereses y "capital" adeudado. Lo concluyente es que el mismo FMI ha considerado la deuda helena impagable.
Sin embargo, hay tres alternativas que estudiar desde ahora y todas llevan a independizarse paulatinamente de la eurozona o convertirse en un país desarrollado, libre y no sujeto a imposiciones sobre su identidad soberana, en la medida que lo agudo de la situación no conduzca a un camino complejo.
Primera, en la medida que transcurra este difícil momento y una vez recibido el dinero pactado, el gobierno deberá implementar una sólida política de autodesarrollo industrial y comercial incrementando significativamente el rol del Estado con leyes antimonopolio y reforma fiscal hacia las grandes fortunas. Segunda, iniciar un acercamiento reservado con el BRICS, el Banco Asiático u otras organizaciones que puedan proveer préstamos a largo plazo que le permitan recuperarse y volver sustentable su economía. Esto es factible ya que el criterio despiadado ha sido desplazado por la inteligencia solidaria donde la ganancia no está ligada al exterminio del otro, como lo ha hecho la Troika: extraer toda la sangre de quien se oponga y quedarse con la carne hecha territorio y riqueza natural.
Tercero, insistir con valentía en que esta situación muestra con claridad el papel de Alemania y sus aliados avasallando a fuego y dinero a todo aquel que tenga un pensamiento libertario. Hitler ha sido superado en este nuevo siglo por el neonazismo liberal que no solo extermina ejércitos sino que exprime hasta su último aliento a miles de millones en el mundo, amparado en las leyes del poder.
Lo importante para el mundo es comprender, aunque medios parcializados no lo explicitan, que la banca occidental neoliberal jamás condona a ningún deudor como política esencial, intransable, sin la cual desaparecen; que esta coge todo lo que puede —camas, habitaciones, sueldos, casas, herramientas… y naciones enteras— con el fin de autosaciarse; y que las lágrimas, suicidios, razones y vidas humanas son secundarias ante la avaricia. Por tanto, es un peligro para la humanidad pues su principio existencial es "quien controla la deuda… controla el país".
La hipótesis no puede ya ser ocultada: Merkel desea que la Germania sea nueva potencia imperial en el mundo financiero, cueste lo que cueste, y por ello la debacle próxima en España, Portugal, Italia, Chipre, Francia, dejaría una Europa con Hitler nuevamente renacido. Todo en la oscuridad, tal como lo sentenciaba alguien invitando a recordar a Drácula, sediento de líquido, oscuro y próximo a desangrar totalmente al pueblo griego.
Sin embargo, la esperanza de que Grecia logrará superar este trance es fundamental puesto que, de hacerse efectivo todo el paquete político crediticio, le costaría más de tres generaciones de semiesclavos, propiciado sin arrepentimiento por una "Unión" Europea que ha impedido la libertad de palabra y pensamiento, aún menos de acción, a todo aquel que ose discutir su supremacía, guiado sin remordimiento por los teutones.
Es posible que despierte el día con la angustia y conciencia activa expresada en la calle
Lo bello de este proceso es que Syriza se ha opuesto con el pueblo griego en un referéndum a aceptar sin pensar una imposición extrema: que haya sido obligado por el poder déspota es otra decisión que marca a las dictaduras implacables. A Alexis Tsipras le queda en estos tiempos la posibilidad de demostrar que nada es imposible y que acceder a una orden absoluta es un compromiso ineludible, sin renunciar a reflexionar en la búsqueda de nuevos aliados, nuevos caminos, coherencias ideológicas, nueva liquidez, con un rostro altivo y la oportunidad de comenzar la auténtica historia para esta moderna Grecia. O en su defecto, mostrar que la retórica fue un simpe discurso emocional sin corazón de guerrero real. Seguramente en este caso, que se espera que no ocurra jamás, el pueblo griego pasaría factura y tendría razones. En este proceso no se puede servir a Drácula y cuestionarlo. Abandonar su castillo es la única posibilidad, incluso siendo perseguido. Sin embargo, los andares se hacen más fuertes cuando los principios de soberanía se convierten en estandartes.
Finalmente, la lección de Grecia no es un ejemplo a seguir por otros países en situación similar en tanto coaccionada y casi sin salidas en la coyuntura, sino para pensar desde ahora en nuevas formas que permitan emigrar de una domesticación europea que denigra el trabajo de los trabajadores, que convierte la labor en un castigo y que como un dios autoproclamado cree que la avaricia es la reina de la verdad. Lo que puede ocurrir internamente en Grecia después del No en el referéndum, contrastando con la aprobación parlamentaria, es incierto: es posible que despierte el día con la angustia y conciencia activa expresada en la calle.
Afortunadamente en la teoría del Geopoder, donde lo humano determina los caminos y sus fuentes, se indica que la compensación existe en el mundo y así como se comportan los Estados, sus gobiernos, las instituciones, expresión de sus acciones, de igual modo fluye su retorno.