La interrogante tiene un fundamento sólido pues los hechos son categóricos: existe una escalada agresiva y destructiva en todos los frentes realizado por la Corporatocracia a través de un equipo consolidado para intervenir de modo fuertemente articulado en la Nueva Re-conquista de América. Ha comenzado por Honduras, Paraguay, Argentina, Brasil, y se desea continuar con el resto de países donde el progresismo agite banderas de equidad.
La primera conquista fue la española, plena de masacres y usurpación. La segunda fue la estadounidense a través de la coacción armada y económica. Sin embargo, debido al crecimiento de gobiernos autónomos desde las últimas décadas siglo pasado, que crearon la esperanza en pueblos libres de la injerencia del terror, se ha iniciado la Re-conquista española a través de los mercados y la banca, apoyada por la decidida intervención guerrera del gobierno estadounidense para apoderarse de todo el continente. Diversos países muestran los conflictos entre las élites contra fuerzas sociales y mandatarios que se acercan a autonomías nacionales.
Los hechos no son aislados aunque puedan parecer así. En Colombia, por ejemplo, existen dos campañas ligadas profundamente y que no aparecen como tales. Recientemente se han emitido programas “informativos” según los cuales China está invadiendo de productos al país y afectando a los comerciantes locales, hasta el punto de entrevistar al presidente de los comerciantes asiáticos para establecer los alcances de dicho proceso, con el claro objetivo de detener el comercio asiático. Por otra parte, la oposición ultraconservadora al proceso de paz indica que la necesidad de conflictos internos es conveniente para mantener la incertidumbre social, lo que aporta significativamente a las transnacionales de la guerra: clima de conflicto y detención de los caminos pacíficos van unidos.
Cabe mencionar que las casualidades no son tales, así como la similar y peligrosa enfermedad de Fidel Castro, Hugo Chávez, Lula da Silva, Dilma Rousseff, Cristina Fernández, Fernando Lugo, todos personajes ligados a visiones esperanzadoras. De igual modo, el ataque a Rousseff se vincula a la posibilidad cierta que Lula sea el próximo mandatario de Brasil. Así mismo, las marchas violentas de la oposición en Venezuela comprobándose la relación directa entre la MUD, organización opositora, y los eventos desestabilizadores, fija el marco injerencista internacional incentivado por Mariano Rajoy como símbolo de una España colonialista.
El frente militar- informativo ha sido descomunal puesto que se ha empleado una inversión billonaria en entregar desinformación total, insistiendo en debilitar gobiernos populares, aunado a una publicidad desconcertante con el fin de incitar a la rebelión, similar a los terroristas “moderados” en Siria. Así, el impacto de los Medios se ha conjugado con dos aspectos: el represivo y el financiero.
Por una parte, el asesinato o amenazas a periodistas críticos en Honduras, Guatemala, México, Colombia, son permanentes. Se estima que la proporción de agravantes entre el año 2015-2016 se ha incrementado sustantivamente y la justicia se ha declarado incompetente para resolver dichos casos dejando en la impunidad esta grave situación. Por este mecanismo, las posiciones divergentes son silenciadas con la muerte o el temor y la población calla por riesgo a su vida. Cabe mencionar con indiscutible preocupación que los Medios neoliberales copan más del 95% de la información en América, con una transmisión continua visual, auditiva y escrita en oposición a toda propuesta que sea descrita como progresista, tildándola de revolucionaria, comunista, socialista, ineficaz o corrupta. Este instrumento se utiliza con la máxima fuerza para destruir el pensamiento crítico, analítico y creador.
El mecanismo financiero es implacable pues se ha ordenado a las transnacionales ejercer su presión completa: en Venezuela, al igual que en Chile, el desabastecimiento fue ordenado a las grandes empresas y en menos de un año se colapsó el país. Sorprendentemente después del golpe aparecieron todos los productos en menos de dos días exactos, lo que demostró el acaparamiento de la oposición que era la que poseía el capital para ello. La negación de préstamos, el boicot a la producción nacional, el alza del dólar de modo injustificado pues el país base es el más endeudado del mundo y su moneda debería valer menos que el peso, más la manipulación indebida del precio al petróleo (afectando “extrañamente” a países soberanos), demuestra lo implacable de la visión neoliberal.
Coadyuva en dicha guerra un campo definitivo que sentencia el proceso desestabilizador: lo jurídico o legal. Por este mecanismo, se ha “destituido” a presidentes progresistas como Lugo, Zelaya, Rousseff, lo que confirma que es una táctica empleada para tal fin y no una mera situación de transparencia. Todos los presidentes posteriores a éstos han incentivado la dependencia económica de sus países y, en Argentina, aunque hubo un proceso eleccionario, el regreso al castigo y el endeudamiento artificial ya comenzó. Cabe mencionar que en Estados Unidos la guerra a los sectores inconformes y progresistas ha sido declarada desde hace varios años y ahora ha recrudecido ostensiblemente. La represión a la comunidad afro o latina e inmigrantes es cada vez mayor, a través del asesinato inerme y sin contar con el apoyo directo a Daesh (Estado Islámico) y Al Nusra, lo que ha sido denunciado nuevamente y corroborado con la visita del general Joseph Votel, el que viajó en secreto para reunirse con combatientes kurdos y líderes de grupos armados antigubernamentales en Siria, confirmando la “solidaridad” que brinda el Pentágono a las bandas irregulares.
Los golpes militares de los años 60 y 70, propiciados y financiados por Estados Unidos, han sido sustituidos por los nuevos métodos golpistas; hoy sin utilizar dichos procedimientos absolutamente incruentos se emplean los métodos “blandos”: comenzó en Honduras, le siguió Paraguay, hoy toca a Brasil, próximo está Venezuela, y quizá más adelante Bolivia o cualquier otro país que no sea del agrado de las élites del poder. Sin embargo, los frecuentes llamados por líderes de derecha extrema a los militares en Brasil, Colombia o Venezuela, son un síntoma evidente del intento por subvertir el proceso legalmente constituido. Estos golpes, que no son blandos pues su dureza es extrema, nos hacen recordar que no es suficiente con tomar o llegar al poder para gobernar cómodamente: si el partido ganador no cuenta con una base social firme y sólida, y con un aparato fáctico que lo sustente y defienda, fácilmente será arrojado de la administración estadal. Brasil es el último ejemplo.
Obviamente los golpes de estado siempre son armados aunque no con los instrumentos convencionales como se conoce (expresados en balas, bombas, o simplemente trituran, cortan, descabezan, hieren, maltratan), pues existen otros utensilios incluso más fuertes como son el uso de los Medios, el desabastecimiento, la intervención financiera, el empleo del aparato jurídico, la aplicación de la norma religiosa extrema o básicamente el rumor perverso que desestabiliza a una sociedad. Coadyuvan de este modo al objetivo de la Corporatocracia cual es imponer políticas antinacionalistas con el fin de privatizar las naciones progresistas entregando todo lo comerciable, es decir , todo (incluso los seres humanos), a la empresa transnacional con el fin de multiplicar los ingresos de dichas compañías.
Ante esta grave situación, claramente existen alternativas, entre las cuales se podría mencionar las siguientes: la democratización de los medios de comunicación es una necesidad imperiosa pues el oligopolio o concentración en las manos de muy pocas familias se transforma en un elemento desestabilizador del proceso democrático. Igualmente se requiere hoy día líderes sin ambigüedad, fuente de la debilidad de algunos mandatarios como Rouseff quien ha responsabilizado sólo a fuerzas internas de su caída desconociendo el mundo y sus relaciones, en un intento desesperado por acercarse a Estados Unidos o temiendo que pueda actuar con más dureza, contrastando con un principio básico cual es demostrar el poder con mayor autoridad apoyado en las bases populares y sin temor.
Cabe mencionar que la debilidad de la democracia verdadera es que sus dirigentes confían en la bondad del opositor lo que es una seria falta metodológica ya que se entiende como proyecto exento de fortaleza, sin comprender que una sociedad se erosiona mediante la corrupción misma que es un factor esencial del neoliberalismo. Así se explicita la creación de nexos o empresas que corrompe a los funcionarios, posteriormente los denuncia o convierte a sus propósitos, o si es preciso los neutraliza. De allí la obligatoriedad de establecer una política de transparencia coherente que satisfaga los estándares éticos dando una prueba de idoneidad de sus dirigentes.
Una gran debilidad de los partidos progresistas en América Latina es su tendencia a aburguesarse lo que les hace creer que obtenido el gobierno ya está dado todo, y no comprenden que es preciso asegurar el poder con el apoyo de las masas logrado con un proyecto social de equidad, sin descuidar las amenazas reales de las grandes empresas que representan a las élites y el uso masivo de los Medios para concientizar en la usurpación debida o “cambio”. Cabe anunciar al mundo lo que ocurrirá con gobiernos neoliberales, siendo un modelo Argentina con Macri: más de 140.000 despidos y el aumento de la población pobre en un 5,5% en menos de seis meses, según CEPA (Centro de Economía Política de Argentina), el que se complementa con los datos proporcionados por la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren), quien denunció que unos 2500 periodistas del gremio fueron despedidos, así como el gobierno interino de Michel Temer canceló de inmediato la construcción de 11.250 viviendas populares del programa “Mi casa, Mi Vida”. Ese seguramente es el destino de los golpes de estado con armas socio jurídicas destructivas.
Para finalizar, esta Nueva Reconquista de la Corporatocracia es mundial pues afecta las más diversas regiones y está evidenciada en Africa, continente que parece inexistente. Que nadie crea en las informaciones según las cuales Al Qaeda y Daesh se enfrentarán en una gran guerra por Siria eliminándose entre ellas, lo que se ha dado como tesis cierta: su confrontación definitiva sólo ocurriría si tienen todo el poder y hoy día lo están perdiendo contra las fuerzas liberadoras de Irak y Siria, apoyadas por combatientes populares y países comprometidos con la paz justa en el Medio Oriente. Manifestar que en Washington se escuchan propuestas de ayudar a Al Nusra, ya que probablemente lucharía contra el EI, son las formas encubiertas de apoyar al terrorismo mundial y nadie debe caer en dicha trampa. Por tanto, la Nueva Conquista está extendida en el planeta así como, por ejemplo, en el mar territorial chino donde se intenta crear una nueva zona de tensión, ampliada con el cerco a Rusia y la demora perversa en liberar a Irán de sus ataduras financieras , comerciales y políticas.
Actualmente existe un escenario muy agudo, no silencioso aunque reservado, con el fin de eliminar en el continente americano todo rasgo de democracia real para hacer de la Conquista española una simple historia de despojo pues ahora lo que se pretende es controlar cientos de millones de seres y convertirlos en los robots del mundo conculcado. Es la hora de la reflexión y la acción decidida de los sectores valientes que aún existen en este espacio latino de prodigio natural y social.