La campaña mundial del temor con el fin de impedir que el pueblo británico aceptara salir de la Unión Europea no dio resultado. Pese a que gran parte del mundo pensó que permanecer en la UE sería el resultado evidente, debido a la información entregada por los medios que representan a las élites, ha sido una sorpresa que el 'Brexit' ganara.
Como se sabe, la unidad del liderazgo económico colonial y sus representantes en el campo político fue notable. No sin razón, el FMI, el Banco Central Europeo y Wall Street insistieron en que salir de la alianza europea sería un error garrafal, afectando negativamente a los británicos en su vida laboral, social e integral, perjudicando los empleos, salarios, etc. Asimismo, emplearon la concentración de la comunicación para utilizar a gobernantes, con el fin de aterrorizar a la población sobre los efectos de la desunión. No sin causa, las casas de apuestas daban más de un 70 % de aprobación a la permanencia, demostrando la influencia mediática.
Ahora que ha ocurrido el desenlace trágico para la oligarquía occidental, proceden las nuevas amenazas, pues se ha insistido en que Gran Bretaña debe iniciar de inmediato su desvinculación, perdiendo los convenios existentes. Así, el poder se usa para castigar a los desobedientes.
La interrogante es que puede suceder desde ahora. Las respuestas son tentativas aunque tienen fundamento.
1. En primer lugar, la Unión Europea como tal no existe, pues Estados Unidos determina hacia dónde debe marchar este colectivo dividido, lo que ha afectado a su seguridad interna inclusive, por lo cual las tensiones se producirán, aunque no en el plano político básicamente. Las evidencias de la sumisión de la UE al colonialismo de EE.UU. en los ámbitos político y militar y, en gran parte, comercial y financiero, ya ha sido ampliamente documentada.
2. En segundo lugar, persiste una 'división de clases nacional' marcada: Alemania es el rico e influyente, Francia e Inglaterra los vasallos y el resto no tiene voz alguna, debiendo seguir los dictados de los que poseen la decisión real. Ello tendrá que conducir a una contradicción fuerte en la medida que los pueblos lo decidan o sus gobiernos cambien.
3. La influencia del 'Brexit' ya ha sido expuesta por Marine Le Pen, quien ha manifestado que se debe dar el 'Frexit' (Francia), llevando al 'Grexit' (Grecia) y así sucesivamente, lo que puede incentivar una corriente secesionista que, desde el otro lado de América, en Estados Unidos, Texas ya insinúa.
4. Las amenazas del terror han sido continuadas por Angela Merkel, planteando que es un golpe contra Europa y su unidad, impresión agudizada por el presidente de Bulgaria al exponer que el colapso de la UE conducirá a una guerra y resaltada con la amenaza de Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, manifestando que los británicos la pasarán mal pues Reino Unido lamentará su decisión.
5. Ya Escocia ha reiterado que desea seguir en la Unión Europea y solicitará su exclusión de Gran Bretaña, así como algunas voces alertan del papel que puede jugar la unificación de Irlanda, además de que España ha manifestado su intención de sacar Gibraltar de manos inglesas con la soberanía compartida. Asimismo, Geert Wilders, del Partido de la Libertad holandés, ha solicitado un referéndum para que los ciudadanos de los Países Bajos decidan libremente si quieren formar parte de la UE, exaltando que el 23 de junio de 2016 pasará a la historia como el Día Británico de la Independencia, derrotando a la élite eurófila al señalar a Europa el camino del futuro libre apoyados en su propia fuerza y soberanía.
6. Con absoluta certeza, de algún modo, las empresas transnacionales intentarán hacer fracasar el 'Brexit' sin importar a cuánta gente afecte, pues su filosofía no se basa en la transparencia y el respeto al ser, las naciones o al pueblo, sino en el interés económico como único sustento fundacional. No obstante, el negocio seguirá siendo evaluado positivamente, de tal modo que la crisis se resolverá.
7. Este proceso no debilitará las posiciones guerreristas que subyacen en la Unión Europea ya que Philip Hammond, ministro británico de Exteriores, ha manifestado que, a pesar del referéndum, lo importante es mantener las sanciones contra Rusia, insistiendo en la política bélica auspiciada por Obama-Clinton y representada por David Cameron.
8. La represión a los 'rebeldes' por aspirar a su soberanía e independencia de la UE será inmediata y de manera reservada dentro de Gran Bretaña, con el fin de hacer fracasar dicha iniciativa, confirmado por el desplome del mercado financiero y el debilitamiento de la libra.
9. Comenzará el estudio de las razones sobre por qué fracasó el 'Remain' y la implementación de los mecanismos para controlar y sancionar todos los intentos de subvertir el proceso de la Alianza. En ese sentido son las palabras de la canciller alemana, Angela Merkel, quién ha "lamentado" el voto de los ciudadanos británicos, invitando a los Estados miembros a mantener la calma y analizar la situación para impedir que sucesos similares ocurran en el futuro.
Reflexiones
Lo que sí es cierto es que los interesados en la lucha contra las naciones soberanistas o 'desobedientes' continuarán con un odio no disimulado. Se harán esfuerzos por reiterar la batalla por la guerra mundial, lo que implica la continuación de la tensión social. Claramente, el análisis se centra en la incoherencia sobre la democracia y no en los propósitos del 'Brexit'.
En ese mismo orden de ideas, las críticas al 'Brexit', pese a que sus resultados no son previsibles de modo seguro debido a las actuaciones de sectores espúreos y estados vasallos en este campo, demuestran que la democracia ha sido secuestrada por las grandes empresas económicas. Cabe afirmar que la infraestructura debe estar subordinada a los intereses de los pueblos y la democracia no puede estar supeditada a los 'mercados'.
Es preciso advertir que, como David Cameron ha planteado, una de las consecuencias del Brexit puede ser el aumento de tensiones entre la OTAN y Rusia, debido a la frustración del proyecto transnacional y a los sentimientos de animadversión que imperan dentro de una élite extrema.
El tema para los líderes de la Unión Europea siempre ha sido y será económico, básicamente, lo que demuestra su limitada visión del mundo, donde la democracia es válida si sus intereses ganan. Esta lección es un triunfo para los pueblos y sus soberanías, pues el inmenso poder de la Corporatocracia no alcanzó para cambiar la mentalidad ciudadana: por tanto, puede ser derrotada.
La interrogante que habrá de ser resuelta es si la adhesión a la Unión Europea se detendrá, aunque harán múltiples concesiones para lograr nuevos miembros y demostrar su solidez, o si la perestroika occidental ha dado inicio al proceso de colapso. No se puede descartar que otros miembros quieran renegociar su estatus y adquirir nuevos derechos aprovechando esta incertidumbre y la debilidad de Bruselas.
Cabe finalizar con una importante exposición de Luis Casado sobre los temas que fueron excluidos de la discusión por la dirigencia, con el fin de no debilitar su propuesta contra el 'Brexit': "El tema que casi nadie tocó durante la campaña del referendo es lo que la UE prometió y no cumplió. La lista es larga: la garantía del empleo es ridiculizada por unos 30 millones de parados, la paz por las guerras en Irak, Afganistán, los Balcanes, Kosovo, Ucrania, Libia, Siria, Georgia, Malí y África Central, por no hablar de la amenaza del Estado Islámico. La UE prometía estabilidad económica y salimos de una crisis para entrar en otra. Un mejor nivel de vida, pero la pobreza y la miseria se acrecientan. Apertura al mundo entero, pero sólo para los capitales: los millones de migrantes generados en buena parte por las guerras impulsadas por Occidente y la UE deben quedarse fuera. La deuda pública crece mientras las infraestructuras se degradan. La UE debía ser el hogar del saber, pero los recortes presupuestarios impuestos por la troika comienzan por la investigación científica. La UE debía ser un espacio de certidumbre para hogares, que hoy se preguntan cada día si mañana podrán acceder a servicios públicos básicos como la educación, la salud, la previsión, los transportes o la vivienda. La UE debía ser el crisol de la democracia, pero las decisiones las toma un puñado de burócratas designados a dedo". (1)
La Europa de los pueblos y no de los 'grandes líderes', que son simples recomendados de la Corporatocracia, es la gran alternativa y el 'Brexit' confirma que los ciudadanos tienen la fuerza para decidir sus propios asuntos por encima de las oligarquías.
(1) 'Great Britain quits… So what?' Luis Alberto Casado, 24 de junio de 2016, Revista digital Politika-diarioelect.politikamail.com