En una serie de alta audiencia para el público estadounidense, The Black List (La lista negra), Raymond Reddington, el personaje central, hace una exposición sobre una forma de influir en la sociedad a través de información calculada, denominándola "la fábrica de rumores".
En una de las escenas se contacta con una casa especializada de carácter secreto que es capaz de producir contenidos falsos para orientar la audiencia y obtener lo que desea, construyendo una situación inexistente a través de encuestas manipuladas, datos fingidos, mensajes en redes, entre una multiplicidad de técnicas empleadas.
Reddington explica que dicha agencia aprovecha la ansiedad del público, especialmente cuando está condicionado por el temor, para provocar estados de pánico, adormecer o cambiar expectativas, empleando las redes sociales en forma masiva y estableciendo campañas de desinformación altamente coordinadas. Su fin específico es desarrollar el arte de la desinformación para crear eventos artificiales como si fueran reales. Con ese fin, se emplean miles de cuentas falsas, se crean ataques para desviar la atención de algo fundamental que está ocurriendo, lo que provoca respuestas condicionadas.
Un ejemplo contundente de esta "fábrica" es la reciente noticia dada por los Medios, según la cual el decreto migratorio de Donald Trump había causado la muerte de la madre de un estadounidense de origen iraquí, Mike Hager. El hombre denunció que había fallecido en Irak porque unos agentes de migración aeroportuaria se basaron en esa orden para impedir que ella tomara un vuelo a EE.UU., pese a que la mujer tenía la tarjeta de residencia permanente y debía recibir tratamiento médico: al no poder viajar, su madre falleció.
Al investigar la fuente, se ha descubierto que el rumor era falso: un imán de una mezquita de Dearborn (Míchigan), ciudad donde reside Hager, confirmó la muerte de la progenitora aclarando que el deceso no ocurrió después de que entrara en vigor la orden ejecutiva del inquilino de la Casa Blanca, sino antes, el 22 de enero, y debido a una grave enfermedad.
Esta "noticia" procedía de la oposición demócrata a Donald Trump y tenía el fin de debilitarlo e identificarlo como autor intelectual. Lo verdadero es que, independientemente del objetivo de la medida, cuestionada por las graves consecuencias que engendra y por sancionar no solo a inmigrantes sino a naciones que luchan contra el terrorismo, la idea era crear una falacia de algo inexistente.
Lo peligroso es que esta industria ejerce un poder inmenso a través del engaño y el rumor, elaborando realidades que no son ciertas. Sin embargo, los comentaristas de las redes ya comienzan a entender este procedimiento manipulador y quienes efectivamente "mueven los hilos" de los sistemas de "seguridad", recordando hechos como el asesinato de 80 soldados sirios por la Coalición, desviado en el mismo momento por un supuesto atentado terrorista en Manhattan gracias a la usina de rumores. Lo anterior confirma que estas agencias productoras de humo son contratadas por empresas poderosas con el fin de proveer contenidos ideológicos y explotar las redes sociales con su propia versión de los hechos.
Estas oficinas especializadas en la utilización de personal (troles de internet) cumplen el rol de revisar columnas, propaganda, noticias, informaciones, las favorables al neoliberalismo colonial y las desfavorables, con el fin de apoyar las primeras y destruir las segundas.
Asimismo, estos funcionarios pagados y entrenados en dicha función también participan en las redes sociales al especializarse en crear informes falsos, aventureros, orientados a crear tendencias proclives a sus causas, papel que desempeñan con singular eficacia. Es preciso advertir que hoy se juega en las páginas virtuales una lucha denodada entre los troles o funcionarios pagados para destruir opiniones y los comentaristas honestos que dan su posición sobre determinados temas.
Una idea bastante mencionada es que los Medios alternativos se equivocan algunas veces al informar lo irreal desviando sus propios objetivos transformadores. Es decir, no comprenden claramente su compromiso como líderes de la información verdadera y táctica, por lo cual creen que el principio de neutralidad, inexistente, consiste en reproducir lo que la prensa occidental hace o dice en forma de error craso.
Ante estas fórmulas de desorientación que masacran el razonamiento es conveniente insistir en desenmascarar la falsedad de Medios intencionados, proponer al mundo una información que se concentre en los temas fundamentales y prime el análisis de los hechos sobre la reacción emocional, primaria, instintiva, que es una herramienta poderosa para manipular la inconciencia humana.