Una predicción es establecer la posibilidad de que un hecho ocurra con cierto grado de probabilidad después de un estudio detenido del mismo, sin poseer todos los elementos suficientes que lo confirmen y basado en los existentes, aceptando que la realidad es dialéctica, es decir, dinámica e incluso sorpresiva. Se establece una tendencia que puede ocurrir posiblemente aunque su materialización no sea absolutamente segura o se conozca con nitidez. Sin embargo, lo importante de ella es que orienta sobre el devenir de un fenómeno. El futuro inmediato o mediato confirma o no lo expuesto.
En el campo de lo social es bastante más difícil que en las ciencias naturales ya que están involucrados múltiples factores que pueden determinar diferentes opciones de dirección. Existen las 'predicciones' realizadas por expertos en numerosos campos, especialmente difundidas las astrológicas vinculadas a los signos que usualmente nunca aciertan pues son para un universo profundamente diferente, versátil. También la de 'especialistas' que sustentan lo existente como si fuera una forma de ver de modo futurista lo que se da y es obvio, así como la de aquellos que ideológicamente destacan corrientes sociales deseadas con el fin de prospectar en las mentalidades algo que no es cierto: la denominada 'primavera árabe' es un ejemplo claro de manipulación de un efecto preconcebido de antemano por fuerzas interesadas en un resultado 'lógico', que 'veían' a Oriente Medio buscando la 'estabilidad occidental'. En términos generales es escaso el trabajo serio en este campo pues las opciones de cumplimiento son variables y arriesgadas.
Para prever lo que pudiese ocurrir hay que utilizar tres herramientas que garanticen un cierto grado de certeza aunque supeditados a la dinamicidad de la historia. La objetividad es enfocar el tema teniendo una perspectiva, aunque deslindándola de lo personal o intención que ocurra un hecho en determinada forma; la dialéctica como una forma metodológica de comprender que los hechos pueden suceder dependiendo de variados factores los que pueden ser modificados en instantes incluso; la inventiva creadora para combinar elementos que tomen en cuenta la casualidad y causalidad como una fórmula en equilibrio. Lo ideal es un proceso vinculado a la transparencia como forma de orientar para la justeza.
En el caso de Chile, el triunfo de Michelle Bachelet apoyada por la nueva mayoría plantea para un porcentaje alto de la población expectativas de cambio o, a su vez, de estabilidad constante. Sin embargo, es factible prever que este año puede ser de 'desorden' en el sentido de que los movimientos sociales serán cada vez mayores en la medida que no se logre hacer lo esperado en educación, salud, pensiones, entre otros. Si la Asamblea Constituyente es enfocada a partir de un círculo de parlamentarios en comisiones "abiertas y escuchando al país", habrá dificultades pues el pueblo exigirá derechos, todo lo cual significará un movimiento o dinámica social superior a la relativa 'calma' de años pasados. La marcha del agua, líquido privatizado en extremo, puede indicar tendencias en abril. Lo que lograría mediatizar dicha situación es que las reformas sean de amplitud y debiliten las protestas sociales. Es importante anotar que se iniciará sigilosa o reservadamente la campaña presidencial para el próximo período por parte de las organizaciones políticas, avizorando alianzas y potencialidades.
Venezuela tendrá un período de relativa tranquilidad producto del triunfo del proyecto bolivariano en diciembre. Sin embargo, las tensiones existirán puesto que está en juego el país más fuerte en el campo internacional en cuanto una propuesta estratégica que, de consolidarse, daría pie a futuros pasos firmes en el hemisferio. Lo que se expresará es un fortalecimiento de las propuestas bolivarianas, una autocrítica más sólida y un avance del letargo en que se encuentra sumida la oposición: no son tiempos de sosiego global, sino afrontamiento de contradicciones entre modelos antagónicos.
México. En los cuatro países ubicados en el Tratado de Libre Comercio del Pacífico, como mecanismo para debilitar la integración latinoamericana, se presentan condiciones relativamente similares aunque en este existe un movimiento social progresista organizado (a diferencia de Perú) que puede conducir a una época de movilizaciones especialmente provocada por la desnacionalización del petróleo y su entrega a manos privadas extranjeras. Se prevé un año de conflictos que pueden estar marcados por una represión paramilitar, forma en que el Gobierno de Enrique Peña Nieto puede deslindarse de las técnicas de disuasión represiva legal.
Colombia. La reciente confirmación pública de la directa intervención por años de la CIA en el Gobierno corrobora un sistema de represión estructurado para 'disuadir' a toda oposición. Por ello, la campaña presidencial estará 'complementada' por el asesinato de líderes populares opositores tanto al presidente Juan Manuel Santos como al expresidente Uribe. El proceso de paz con las FARC no culminará como se espera, o sea, con cambios sustantivos para la nación, sino con reformas pues lo anterior significaría modificar un modelo al cual las clases dominantes no están dispuestas a renunciar. La destitución ordenada por el procurador del alcalde progresista en Bogotá -considerado el segundo cargo en importancia en el país-, indica la inutilidad del voto popular en elecciones, la agresión al proceso de paz y el poder del sector empresarial.
Lo que se ve con preocupación es que parece ser que la denominada derecha no permitirá ni vía eleccionaria o lucha institucional a cualquier posibilidad alternativa al poder. Por tanto, continuará la dinámica social en la dirección propuesta por la élite, independiente de los 'logros' que puedan hacerse públicos. Las fuerzas progresistas tendrán la oportunidad histórica de hacer una unión sólida, la cual no será aprovechada en su dimensión.
En cuanto a Panamá, hay un sólido dominio estadounidense en forma de nación esclava. En Perú no se perfila un líder popular consistente ni una ideología fortalecida, democrática. Honduras seguirá en la tónica panameña, pese a las protestas, pues la muerte es la constante.
La integración latinoamericana de carácter autonómico y soberano avanzará en términos 'cualicuantitativos' y la Alianza del Pacífico se debilitará relativamente en Colombia y México por obra de movimientos sociales en la medida que logre impactar en la estructura de dominio. Las negociaciones de estos gobiernos con Estados Unidos provocarán enfrentamientos de diverso orden comenzando con el ejemplo mexicano.
Estados Unidos, quien ha sido el dueño real del 'patio trasero' por décadas, intentará no permitir que se desarrolle una ideología autonómica aunque ya las condiciones no son las mismas y se ha visto debilitado gracias a gobiernos soberanos como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, entre otros, siendo Cuba su mayor experiencia fallida. El Pentágono continuará la denominada 'huella suave' (light footsprint), que contará con menos asistencias caritativas y más injerencia militar, enriquecida por la presión financiera y dádivas a dirigentes criollos con mentalidad extranjera, fomentando la instalación secreta de bases en estos territorios.
Ucrania se verá fortalecida en tanto se implemente con mayor fuerza una política de servicio social y de distensión de contradicciones. Sin embargo, con seguridad los intentos de la Unión Europea por lograr la anexión de este país continuarán intensivamente… aunque discretamente, pese a que es factible nuevos estallidos sociales provocados desde el exterior y acolitados en lo interno.
Siria. El terrorismo seguirá consolidando su propia unidad, apoyado por los complejos financieros ya conocidos (monarquías e imperio), con el fin de establecer en el norte un territorio propio. Al Qaeda no será derrotado ni debilitado definitivamente, tal como se expone por medios internacionales al mostrar las divisiones en la oposición, ya que es un grupo con una ideología fundamentalista que permite su infiltración en diversos espacios y cumple una función de apalancamiento de la geopolítica de las potencias neocoloniales. El Gobierno sirio afirmará su poder y expansión producto de una conciencia de soberanía, factor que ha demostrado ser potente creador de comunidad sólida. Bashar al Assad continuará ejerciendo su cargo de presidente.
La Conferencia de Ginebra se dará, formal o informalmente, con o sin la participación de las facciones terroristas a través de representantes espúreos, obligando a la tríada, en cierta forma, a detenerse relativamente y ocultar el financiamiento de manera directa a Al Qaeda y otras organizaciones 'rebeldes'. Lo que se decida será deslegitimado por la realidad misma en tanto los enclaves de poder no aceptarán ceder sus espacios geopolíticos fácilmente.
El pacto Irak-Irán-Siria-Líbano se ampliará, pese a los intentos de quitar el eslabón más débil (Líbano), incrementándose los niveles de rechazo y protestas en Afganistán, Pakistán y Turquía.
Monarquías árabes. A diferencia de la 'primavera árabe', movimiento impulsado por Occidente para provocar fenómenos de desestabilización que no pudieron ser capitalizados correctamente, habrá movimientos en las diferentes monarquías del Golfo Pérsico, en un primer momento protestando por derechos civiles unidos a reivindicaciones básicas. No habrá cambios profundos pues el poder represivo apoyado por los capitales mundiales impedirá esas transformaciones, aunque habrá avances parciales en derechos mínimos. Cabe destacar que Occidente seguirá apoyando, independientemente de las declaraciones que muestren supuestamente faltas de afecto, al Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), conformado por Arabia Saudita, Catar, los Emiratos Árabes, Kuwait, Baréin y Omán (monarquías hereditarias, emiratos y teocracias), por el papel bélico que puedan ejercer presionando a Irán y Siria férreamente.
En Estados Unidos habrá un despertar de la conciencia colectiva en un pueblo adormecido durante décadas producto de la falta de información verdaderamente libre al incrementarse la información alternativa; conocerán paulatinamente la verdad de sus vivencias, las pobrezas, intervenciones y masacres, su propia historia; internamente se harán esfuerzos gubernamentales por controlar ideas libertarias lo que, si no se puede maniatar, conducirá a la represión alta hacia los ciudadanos en sus diferentes modalidades. Su próximo presidente sería republicano después de los reveses de Obama. La reciente respuesta de la portavoz del Departamento de Estado a un contratista del Gobierno secuestrado por Al Qaeda en Pakistán provocará situaciones álgidas de seguirse ese patrón: prometió rezar por él simplemente, lo que más bien es una burla para los ciudadanos estadounidenses.
La ONU seguirá en la práctica con su senda burocrática de llamados insulsos hacia la paz, aunque por dentro se estarán disputando los verdaderos juegos de poder. Ahora sí el Consejo de Seguridad será un escenario claro de la tensión entre proyectos de inversión neoliberal y proyectos democratizadores, no exentos de conflictos ligados al capital por todas estas potencias. Rusia y China continuarán aliados con fortaleza e Inglaterra, Estados Unidos y el secundón Francia, en la misma tónica.
¿Qué papel jugarán Rusia y China en el escenario mundial?
Los atentados en Volgogrado, no solo con el fin de impedir los Juegos Olímpicos de Sochi sino con el objeto de sancionar la posición y éxitos de Rusia en la consolidación de propuestas hacia la paz mundial, será una constante pues el terreno político de elecciones si no da frutos se desplaza a la masacre de gente inerme y desarmada. Rusia continuará con mayor energía defendiendo a sus aliados al comprometer su poder y prestigio para no aceptar más lesiones producto de intervenciones desalmadas, exponiendo su seguridad ante el terrorismo.
Es evidente que Estados Unidos ha quedado como un tigre de papel en la escena internacional pues toda la angustia guerrera de Obama, como expresión del complejo bélico internacional, fue detenida en seco por las potencias no occidentales demostrando que Gran Bretaña sigue lo que la jefatura indica y que el Gobierno francés es simplemente un peón del juego sucio mundial. Esto ha aleccionado a muchos países al saber que el Imperio ya no tiene toda la fuerza represiva para establecer dictaduras militares y el asesinato o coacción como forma inmediata de castigo, pese a que se desarrollará mucho más la diplomacia oculta con ciertas prebendas a dirigentes, es decir, la corrupción aumentará y se verán involucrados varios dirigentes nacionales.
Por su parte, China continuará en su política de relaciones de buena voluntad y negocios, sosteniendo una táctica monetaria estable, prudente y consistente, adelantando reformas al sistema financiero para alentar su crecimiento. La mentalidad oriental de discursos concretos y prudencia cuando es el momento será la tónica, sin descartar su posición internacional cercana a los países en desarrollo.
Con absoluta certeza la guerra mediática informativa y cultural en sus diversos niveles y formas se incrementará en el mundo pues, hasta este momento, las fuerzas que luchan por la humanización de las sociedades han tenido avances notables y la represión inmensa es la prueba palpable de este incremento de civilidad. La mentira mediática occidental será cada vez más fuerte y, a su vez, desmitificada por las redes sociales y los medios que aspiren a tener sintonía vital.
A nivel del poder mundial ni las noticias que 'informan' a la gente son verdaderas en su profundidad ni son exactamente lo que dicen que son. Es factible que aumente la capacidad de comprensión de la realidad informativa al internarse en lo no dicho, lo no expuesto, lo que se oculta, relacionándolos con los intereses vitales de naciones e instituciones. Así se logra saber lo que será la notica efectiva… aunque no se tenga conocimiento de los actores en dicha producción. Lo que interesa realmente es saber qué ocurrirá en un presente próximo, también en un lustro y en una década. Por ahora, lo que se prevé dentro de un margen acotado de criterios que están supeditados a que continúen en este orden los procesos, que no exista un cambio en las condiciones básicas, que se mantenga el equilibrio mundial con una tendencia hacia la democratización sostenible, entre otros aspectos, son probabilidades. Para el futuro cercano las temáticas serán controvertidas, relacionadas con espionaje y diplomacia dura, con lo nuclear más allá de lo químico, aunque lo principal es que cada vez más se acerca un mensaje colectivo que supere el temor a la guerra como propuesta diaria, cotidiana.
El 2014 podrá confirmar o desechar estas predicciones. Es un intento de dirigir las miradas hacia un horizonte muy próximo aunque con dos objetivos: uno, alertar a quienes pueden provocar cambios propositivos para que incentiven estos y, dos, comprender qué fuerzas objetivas y subjetivas juegan en estos procesos. Nada está dicho si cambia un factor en gran proporción y desdibuja el pronóstico: una bomba nuclear puede desfigurar la faz de la tierra y los conflictos pueden centrarse como en la 2ª guerra mundial, no en el capitalismo, sino en destruir primero al enemigo que atenta a controlar todos los límites posibles.
Un pronóstico subjetivo, deseable, es que el avance de los sentimientos gregarios en el mundo sea superior a las mentalidades guerreras en búsqueda de conflictos para sustentar intereses económicos. Este nuevo año puede estar signado por una verdadera esperanza en que la convicción por un mundo mejor, de riquezas culturales y materiales justamente distribuidas, logre ser la meta común de la Humanidad.
Santiago de Chile, 31 de diciembre de 2013.