Una partida de ajedrez se gana legítimamente con inteligencia holística. De modo fraudulento, con un puñetazo al adversario o rompiendo el tablero.
El juego está declarado para este siglo: el mundo es un espacio de convivencia entre naciones en un plano de igualdad y respeto o no será planeta. Lo anterior, puesto que sólo el diálogo armonioso entre soberanías respetuosas produce un desarrollo social de la Tierra en toda su dimensión material y espiritual, incluyendo la cultura, las ideologías, los pensamientos, lo humano. Su contrario, la expoliación, conduce a la destrucción…de la cual hay signos preocupantes. La partida para el siglo XXI comienza de modo diferente al siglo anterior ya que todos los juegos los finalizaba ganando un contrincante poco serio y que utilizaba cartas bajo la manga, especialmente sacando un garrote para noquear a su adversario y, así, “triunfar” a como fuere lugar.
Actualmente, el inicio parecía nuevamente comenzado con jugadas repetidas, de guión, a las cuales quien participaba - temerosamente para no recibir un golpe severo-prefería bajar sus ojos y aceptar las triquiñuelas mientras miraba a otro lado cuando le quitaban una torre o la reina misma. Sin embargo, ocurrió un hecho extraordinario: un jugador decidió mirar de frente y no hacer actos de genuflexión. Desde América Latina comenzó una jornada de unidad entre aquellos que habían sido obligados a dejar de jugar so riesgo de un coscorrón muy fuerte, sacados de su silla y lanzados al destierro o simplemente perdían por desaparición forzada.
Esto generó una sensación de confianza en el presente de esta Humanidad y el tablero comenzó a mostrar movimientos avezados en este inicio fructífero.
Rusia ingresó a la partida para ser parte de una mesa conjunta con diversos tableros a la vez (simultánea), jugando todos contra un sólo individuo en sombra de Corporación…pero con subordinados en cada tablero, escondiendo el martillo mortífero. De inmediato comenzaron desde varios lugares a confrontar a este nuevo actor con el fin de lograr su alteración y, de ese modo, obligarlo a realizar movimientos rápidos, tontos o descalificarlo por comportamiento no legal. Sin embargo, ocurrió lo contrario.
Al observar que el oportunista estratega máximo dejaba a incompetentes en el desempeño, pudo constatar que la reina era la pieza más utilizada lo cual significa un riesgo absurdo, impropio, característica de los principiantes que no poseen principios sólidos ante la táctica científicamente aprendida. Por ello, decidió dejar un tiempo para pensar, recrearse-fundamento del ingenio-haciendo un movimiento sereno aunque combativo: el viaje a Latinoamérica fue entendido como una forma desafiante para el imperio, por lo cual la reina lanzó su peón hacia el Africa.
Lo que nadie esperaba es que después de jugadas tan desleales por parte del oportunista, uno de los participantes creara una táctica tan especial e inesperada que se tuviera que declarar su adversario en retirada momentánea: Putin no sancionó a la Unión Europea ni a E.U. sino que les enseñó el valor de una sagaz acción reflexionada sin recurrir a la violencia o al terrorismo, al suspender las importaciones de alimentos de éstos. Ahora recién entendía el Imperio que una pieza se mueve en una dirección, supuestamente atacando un flanco, cuando en realidad está en un camino muy diferente; así, las negociaciones en el continente americano fueron sobre la disponibilidad de los productos en cantidad, calidad, costo y tiempo, para ser entregadas en reemplazo de las medidas coercitivas de los subordinados supervisores de mesas. Digna y brillante movida de los trebejos.
En el continuo proceso, el convoy de asistencia humanitaria a la población del sureste ucraniano, bajo el fundamento sustancial de impedir un genocidio por falta de alimentos y aniquilamiento físico a través de un bombardeo (que ya deja más víctimas mortales que Gaza), implica para el régimen de Poroshenko una jugada adicional que debe sopesar y analizar en profundidad pues está sometido desde ya a dos condiciones: una, los camiones no pueden regresar ni permanecer estacionados por tiempo indefinido; dos, la necesidad de esta ayuda tendrá que alcanzar a sus destinatarios y cada día que pase de atraso provocará más animadversión en la población contra su gestión. Por tanto, llegará su destino. El jaque causa su efecto y no hay forma de superarlo si no es huyendo hacia sus amos.
Lo anterior tiene que ver con una parte de los tableros donde se juegan determinadas partidas, pues en otros los representantes del golpe al contrario ya lo han empleado con fuerza. La división de Irak en tres frentes-Kurdistán-Estado Islámico-Gobierno-ha rendido frutos pues se ha creado un foco de tensión de modo artificial y donde Estados Unidos no intervendrá pues le interesa que el grupo terrorista permanezca en esa región; las “amenazas” al país de Norteamérica no son tan altas pues es difícil una organización planificada de un número elevado de atentados, lo que seguramente será en otro continente y no el que le corresponde. Las recientes declaraciones de un funcionario militar diciendo públicamente que EU sólo defiende a sus ciudadanos y no les interesa atacar al EI, demuestra si no cobardía ante los yihadistas, a lo menos preocupación para que no ocurra un nuevo asesinato de un embajador en el extranjero. Después de haber procreado al Estado islámico de Irak y el Levante, conjunto terrorista que propicia un califato dictatorial (apoyado por Reino Unido e Israel), ahora continúa la negociación.
En esta simultánea con varios juegos en curso, los tableros parecen estar dando posibilidades a los jugadores que usan la inteligencia holística, aquella que basa su astucia o habilidad en principios humanos, de servicio al otro, de independencia en el pensamiento, lo cual no significa que los adversarios no se estén asesorando de aquellos que incluso con el espionaje intentan saber cuál es la próxima jugada de la Soberanía.
La partida es dura aunque hay gente experta que ya está compartiendo pedagogías para la construcción de un ajedrez más vinculado al sol, a las luces, a la transformación, haciendo de la oscuridad también parte de la historia.