Entrevista de altos vuelos: el ruso Antón Shkáplerov responde en ingravidez a los lectores

¡Saludos estimados cosmonautas!
No pude encontrar en internet ningún video de fuego en ingravidez. Si es posible, enséñennoslo, por favor. ¡Les deseo un feliz vuelo!

No disponemos de un video de fuego en ingravidez. No hay cerillas ni mecheros a bordo de la EEI. Nadie jugará con fuego, pues apreciamos mucho el oxígeno. Sin embargo, experimentos con fuego o, más exactamente, con el comportamiento de las llamas en ingravidez, sí que se llevan a cabo. Por ejemplo, ahora Donald Pettit está realizando una serie de experimentos en un box especial instalado dentro del módulo LAB. El experimento se llama SPICE y consiste en un estudio de las llamas generadas por un quemador no sometido a la gravedad terrestre. Lamentablemente el experimento no ha sido grabado en video, pero Don nos ha prestado amablemente algunas fotos”.

¡Saludos! Dirijo mi pregunta a todos los cosmonautas que trabajan en la EEI. Estimados cosmonautas, ustedes están embarcados en una larga expedición en un espacio cerrado y en compañía de pocas personas. Puesto que no disponen de posibilidad alguna de ir al cine al terminar su jornada laboral, de dar un paseo en bicicleta o de visitar a sus amigos, ¿cómo pasan su tiempo libre?

¿Sufren algunas dificultades derivadas del hecho de permanecer varios meses en compañía de las mismas personas? Psicológicamente me parece muy complicado, al menos para mí. ¿Cómo descansan ustedes y se quitan la presión?

Francamente, no tenemos tiempo libre. Todo nuestro trabajo está sujeto a un estricto plan de estudios y de experimentos. Tratamos de utilizar lo que nos queda de tiempo para sacar fotos de la Tierra que podrán verse en la página web. Por las noches nos reunimos a cenar todos juntos. A veces Daniel (el comandante de la EEI, Daniel C. Burbank, nota de RT) saca su guitarra y escuchamos música en vivo. Además, podemos llamar a nuestros familiares y amigos, navegar por internet y responder a mensajes.

Desde el punto de vista psicológico no tenemos problemas en nuestro colectivo. Todos los chicos, incluyendo nuestros socios de la NASA y de la ESA son personas comunicativas. Desde el primer momento nos damos perfecta cuenta de que tendremos que trabajar medio año en estas condiciones nada fáciles.

¿Suena usted durante el vuelo?

Lógicamente tengo sueños durante mi misión, pero se parecen a los sueños en la Tierra. No he notado nada peculiar.

¿Sufrieron ustedes alguna situación peligrosa durante la misión? ¿Cómo han salido de ella?

El trabajo en el espacio supone un riesgo. Por ello en la Tierra nos preparamos mucho para las situaciones de emergencia. Durante nuestra misión casi no tuvimos situaciones que amenazaran nuestras vidas. Algunas veces tuvimos que realizar maniobras en la Estación para evitar un choque con 'basura espacial'. En una ocasión la señal sobre el acercamiento de fragmentos de un viejo satélite nos llegó tarde y tuvimos que cerrar todas las escotillas en la EEI, aislando de ese modo cada módulo. Toda la tripulación se encerró en las naves Soyuz. La basura no impactó en la estación y continuamos nuestro trabajo.

¿Qué es lo más difícil cuando se esté en órbita?

Creo que lo más difícil es estar aquí sin familiares ni amigos. Pero no nos desesperamos, pues sabemos que nos están echando de menos y se desviven por nosotros. Mientras estamos en el espacio crecen nuestros niños. Durante mi misión mi hija Kira aprendió a leer, poco a poco. Cada vez que llamo a Tierra me demuestra su habilidad y cada vez le sale mejor.

¿Qué impresiones ha sacado de su salida al espacio exterior? Me parece que ha de ser de lo más extraordinario que puede experimentar un ser humano...

Es imposible transmitir todas las sensaciones cuando uno se da cuenta de que está separado del vacío espacial sólo por la cubierta de la escafandra. Al mismo tiempo me doy cuenta de que estoy muy lejos de la Tierra, con sus varios miles de millones de habitantes. Veo a mi alrededor espectaculares imágenes de la Estación, de la Tierra y del Universo infinito.

¿Por qué los vuelos tripulados al espacio se realizan a un altura de 400 kilómetros? ¿Se hace sólo por razones económicas, porque ascender más sería caro y no tendría mucho sentido? ¿O existen otros escollos, por ejemplo la radiación espacial?

La altura de 400 kilómetros es suficiente para estudiar la Tierra. Y tiene usted razón en cuanto a la radiación.

¿Cuál es la máxima altura que ha alcanzado la EEI?

Por lo que yo sé la máxima altura que ha alcanzado la Estación durante nuestra misión han sido 425 kilómetros de apogeo (apogeo: punto de mayor distanciamiento de la Tierra, nota de RT). Hemos establecido un nuevo récord al celebrar el Año Nuevo a más altura de la historia.

¿Cree usted que en los próximos 10 años se podrán ampliar los horizontes de los vuelos tripulados, con vuelos a mayor altura, a la Luna o a los asteroides que pasan cerca de la Tierra?

Creo que en los próximos años no habrá cambios radicales en los vuelos tripulados. Seguiremos haciendo uso de la EEI.