Así ayudó 'Roma' a visibilizar las condiciones de las trabajadoras del hogar en México

Javier Buenrostro

El pasado domingo, la película mexicana 'Roma' se alzó con tres premios Oscar: Mejor Película Extranjera, Mejor Director y Mejor Fotografía. La trama se desarrolla a comienzos de la década de los setentas y gira en torno a Cleo, una trabajadora del hogar indígena que labora en la casa de una familia de clase media alta en la Ciudad de México, precisamente en la colonia Roma, que es la que da el nombre a la película. A lo largo de la historia observamos la vida cotidiana de Cleo. Apaga las luces que otros dejan prendidas pero no se le permite tener encendidas las de su cuarto; la familia se sienta a descansar mirando la televisión en la sala aunque para ella lo que hay es un cojín en el piso en el que descansa de manera intermitente mientras sigue trabajando a pesar de la hora; sus problemas deben ponerse en espera mientras transcurren los problemas de la "señora de la casa", etc.

'Roma' es un ejercicio de nostalgia del director Alfonso Cuarón pero principalmente es un ejercicio de reflexión sobre la discriminación y explotación a las que se enfrentan las trabajadoras del hogar de manera habitual. El propio Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO), que dirige Marcelina Bautista (indígena mixteca igual que Cleo), reconoció que la película representa mucho de la invisibilización social y la precariedad laboral que hay alrededor del trabajo doméstico. En México hay 2,3 millones de personas que se dedican al trabajo del hogar y, de ellas, 92 % son mujeres y 96 % no tiene contrato alguno. Jornadas con tiempos indefinidos en muchos casos, sin derechos laborales ni servicios médicos, sin posibilidades de pensión ni de ahorro, son algunas de las problemáticas que enfrenta este grupo social.

La estética o ritmo cinematográfico de 'Roma' no han sido los principales temas de conversación en torno a la película, sino que ha vuelto a poner bajo el reflector las condiciones laborales de las trabajadoras del hogar, incluso a nivel internacional. En México, durante la última década ha habido una mayor concientización acerca de la vulnerabilidad de este grupo social pero no se ha avanzado mucho en términos legales. En 2014 el entonces Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, señalaba que había que dejar atrás la relación laboral de servidumbre que se cultivaba y dar paso a una de derechos y responsabilidades, comprometiéndose a que el gobierno haría todo lo posible por ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El Convenio 189 obliga a los países que lo ratifiquen a crear un andamiaje legal para garantizar los derechos laborales de las trabajadoras del hogar. Tener un horario fijo, días de descanso y pago de vacaciones, incorporación a la seguridad social y otras obligaciones del empleador deben quedar consignadas en un contrato firmado por ambas partes y con valor legal. Implementar estos mecanismos sería un gran paso para poder transitar de la informalidad y la precariedad hacia una convivencia que pretenda prolongar las injusticias y desigualdades históricas.

Desafortunadamente, lo dicho por el Secretario de Gobernación fue otro compromiso incumplido por la administración de Peña Nieto, ya que en los años subsecuentes no hubo iniciativa presidencial que permitiera la validación necesaria por parte del Senado para que el Convenio 189 se instituyera en el país. Sin embargo, una agradable coincidencia ha sido la exhibición de 'Roma' y sus numerosos premios a nivel internacional con el inicio del gobierno de López Obrador, que este lunes se comprometió en su conferencia mañanera a que va a ratificar el acuerdo de la OIT. La coyuntura y la disposición del gobierno obradorista se han conjugado favorablemente para impulsar esta reforma que beneficiaría a casi el 10 % de la fuerza laboral femenina nacional.

Javier Buenrostro, historiador por la Universidad Nacional Autónoma de México y McGill University.
"Hay que exigirle al nuevo gobierno que no vaya a deshonrar su palabra como lo hizo el gobierno de Peña Nieto y que dé celeridad en los trámites para que este compromiso se vuelva realidad a la brevedad".

Tanto los colectivos de trabajadoras del hogar así como la sociedad en su conjunto son conscientes que se deben de aprovechar los vientos que soplan a favor y llegar al puerto deseado después de años de empujar esta agenda. Hay que exigirle al nuevo gobierno que no vaya a deshonrar su palabra como lo hizo el gobierno de Peña Nieto y que dé celeridad en los trámites para que este compromiso se vuelva realidad a la brevedad. El 30 de marzo es la fecha conmemorativa y de reivindicación de los derechos de las trabajadoras del hogar, por lo que sería tremendamente positivo que en este lapso se resolvieran todas las gestiones para que el aniversario fuera una auténtica celebración que formalice el Convenio 189.

Si hay voluntad política, como la que ha manifestado López Obrador hasta el momento, podría quedar listo en menos de un mes lo que el gobierno anterior no pudo hacer en años. Es una oportunidad inmejorable para dotar de derechos sociales a uno de los grupos más vulnerables y de confirmar que el compromiso de la nueva administración es con todos los sectores, pero primordialmente con los más desprotegidos. La discriminación y desigualdad que por décadas han sufrido millones de mujeres (y algunos hombres) dedicadas al trabajo doméstico debe de combatirse legalmente, solo así podemos empezar a saldar las deudas pendientes que como sociedad tenemos.

'Roma' visibilizó a Cleo, y con ella puso un granito de arena para hacerlo con millones de trabajadoras del hogar y sensibilizarnos con la lucha que han sostenido por años su sindicato y otras organizaciones sociales para posicionar esta agenda en la discusión pública. Están a un pasito de lograr algo histórico que sentará las bases de un México más justo y menos desigual, menos racista y clasista. Enhorabuena!