Pasan las semanas y las situaciones convulsas están a la orden del día en Bolivia. Permanecen vigentes las órdenes de aprehensión contra Evo Morales y miembros del Movimiento al Socialismo (MAS), mientras que el gobierno golpista sigue dando tumbos en su ejercicio del poder, como lo muestran los insultos de Jorge 'Tuto' Quiroga al presidente mexicano López Obrador, solo para que días después tenga que dar un paso al costado al haberse convertido en un peso muerto y un lastre para el gobierno en turno. También creció la tensión con los gobiernos de México y España a raíz del hostigamiento que sufrieron miembros del cuerpo diplomático de ambos países en la Embajada mexicana en La Paz.
En medio de todo esto llega una noticia que empieza a clarificar el futuro inmediato del país andino. El presidente del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, Salvador Romero, dio a conocer que los comicios electorales se llevarán a cabo el 3 de mayo para elegir al próximo presidente y a la Asamblea Legislativa. Señaló que si hay ganador en primera vuelta, la transición de mando se realizaría en los primeros quince días de junio. Si no hay vencedor, la segunda vuelta tendría lugar el 14 de junio.
Otro aspecto positivo es que todos los partidos que participaron en los comicios del pasado 20 de octubre, podrán participar nuevamente con candidatos a presidente, vicepresidente, diputados y senadores. Las intenciones de proscribir la participación del MAS, la organización política más importante de Bolivia, han quedado atrás. Al menos por el momento. Algo que de haberse efectuado hubiera incendiado más el prado seco de la sociedad boliviana.
Un problema en la actualidad lo representa que la OEA de Luis Almagro, que actuó como parte del golpe de Estado dado contra Evo Morales, estará inmiscuida en la organización de los comicios con una misión que brindará "apoyo técnico". Ante la posibilidad que esto derive en una manipulación durante el proceso e irregularidades el día de la jornada electoral, es imprescindible que también participen en la observación otras delegaciones de organismos electorales de América Latina y la Unión Europea. Esta última ya ha mandado una comisión exploratoria para verificar todas las condiciones y poder enviar una Misión de Observación Electoral en mayo.
En estos momentos parece una competencia abierta. Una encuesta publicada la semana pasada puso al MAS (independientemente de quien sea el candidato seleccionado) en primer lugar de la intención de voto con un 20,7%, seguido por Jeanine Áñez, la autoproclamada presidenta con un 15,6%. En tercer lugar aparece el expresidente Carlos Mesa, quien quedó segundo en las pasadas elecciones de octubre con un 13,8 % de apoyo. Completan la lista de los principales aspirantes Marco Pumari (8,2%), del Comité Cívico Potosinista; Chi Hyun Chung (8,1%), un pastor evangélico nacido en Corea del Sur pero nacionalizado boliviano que terminó en tercer lugar en el proceso electoral anterior; y Luis Fernando Camacho (6,9%), el líder ultraconservador del Comité Cívico de Santa Cruz que encabezó las protestas contra el expresidente Evo Morales y metió la biblia al Palacio Quemado. Este sondeo fue hecho antes que Luis Fernando Camacho y Marcos Pumari manifestaran su intención de ir en la misma fórmula a la contienda electoral, lo que modificaría este contexto.
Hay que recordar que dado que el sistema electoral boliviano contempla el triunfo en primera vuelta para quien obtenga más de la mitad de los sufragios o para quien, obteniendo al menos 40% de ellos, tenga una diferencia de diez puntos con el segundo lugar, parece muy probable que habrá una segunda vuelta entre el MAS y los distintos candidatos de la derecha que se están disputando el segundo lugar en estos momentos.
Los partidos tienen de plazo hasta el 3 de febrero para presentar sus candidatos a la autoridad electoral, lo que hace que se apresuren las definiciones en cada uno de ellos sobre quienes serán los seleccionados para la postulación. En el caso del MAS, Evo Morales, que sigue ejerciendo un liderazgo moral desde su exilio en Argentina, ha dicho que la definición será el 19 de enero, lo que también le pone presión a los otros partidos. Los candidatos más viables por parte del MAS son el líder cocalero Andrónico Rodríguez y Adriana Salvatierra, la expresidenta del Senado.
No hay que perder de vista que en Bolivia las candidaturas no son unipersonales sino que se vota por el binomio presidente-vicepresidente y la combinación de la segunda persona en la fórmula ha sido determinante en más de una ocasión en las elecciones bolivianas. Por eso es que debemos estar pendientes no solo de los candidatos presidenciales sino con quien van acompañados, porque la combinación puede ser definitoria en los resultados finales.
Bolivia se juega gran parte de su futuro en mayo. El Tribunal Supremo Electoral tiene una gran tarea por delante, que es llevar a cabo unos comicios que brinden certidumbre a su ciudadanía. Por el momento, el primer fantasma, que era la proscripción del MAS, ha quedado desterrado. Pero deberá estar atento de las posibles manipulaciones de la OEA y del gobierno golpista, que buscan inclinar la balanza a su favor de manera ilegítima y para eso será necesario allegarse de más vigilancia internacional así como no ceder a chantajes.
La rueda ha empezado a girar y parece que veremos una elección competida y abierta cuya conclusión se verá hasta junio en una segunda vuelta, donde el escenario estará más polarizado dentro de la sociedad boliviana, lo que significará el verdadero reto para la autoridad electoral.