Como presidente de México entre 2006 y 2012, Felipe Calderón bañó al país en sangre. Más de 100.000 muertos, más de 25.000 desaparecidos. Hasta fue acusado en la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.
Calderón también firmó la Iniciativa Mérida con George Bush en 2007, un acuerdo que colocó a todas las Fuerzas Armadas y la seguridad pública de México bajo el mando de Washington.
¡Y cómo no olvidar los fraudes de 2006 y 2012! En 2006, Calderón se negó rotundamente a permitir un recuento de la votación porque sabía que no había ganado limpiamente. Y en 2012 pactó con Peña Nieto para entregarle el poder a cambio de que en 2018 Peña apoyaría a Margarita Zavala.
Pero con la creciente ola de indignación ciudadana se les empiezan a complicar los planes a Calderón y a Peña. Si seguimos así, el próximo año 2018 vamos a inundar las calles y las urnas con la dignidad mexicana.
Así que han decidido lanzarse al ataque en contra de López Obrador, desde luego, pero también en contra de un servidor: una docena de columnas periodísticas dedicadas a atacarme, ¡amenazas en las redes sociales! Me acusan de todo, hasta ser agente de la KGB.
Mientras, Margarita Zavala va a Washington, a los EE.UU., para pedir la intervención del Gobierno de Donald Trump para garantizar su "triunfo" en 2018. Un acto de cinismo extremo. No podemos permitir que nos roben la esperanza.