De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, por lo menos 6.879 millones de pesos del Gobierno federal de México han sido desviados durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
El mecanismo más común es el envío de dinero a universidades públicas y medios de comunicación del Gobierno para, después, contratar a empresas fantasma
que realicen trabajos inexistentes. Posteriormente, los millones son desviados a bancos de dudosa reputación, como Monex, o a paraísos fiscales en el extranjero.
La funcionaria pública que más habría utilizado esta estrategia es Rosario Robles. Primero, como secretaria de Desarrollo Social; y ahora, como titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Todo esto, de acuerdo con informes oficiales y las investigaciones periodísticas de 'La Estafa Maestra'.
Ricardo Anaya, el candidato presidencial del PAN, habría utilizado un esquema de triangulación similar para abultar su cartera. Así, los empresarios Daniel Rodríguez y Alberto Galindo han denunciado públicamente que trabajaron con Manuel Barreiro para crear un esquema de empresas fantasma que permitiera lavar dinero y beneficiar al candidato presidencial por medio de la compraventa de terrenos y bodegas industriales.
Pero, ¡ojo! Estas triangulaciones de Robles, Anaya y otros no solamente buscan enriquecer a los políticos y sus familias sino que, sobre todo, sirven para financiar las campañas políticas. Frente a su desplome en las encuestas, tanto el PRI como el PAN habrían decidido recurrir a la masiva compra y coacción de voluntades con el fin de mantenerse en el poder.
Para poder comprar el voto hace falta quién venda su conciencia. Tú, ¿le entrarás al juego o defenderás tu dignidad?