Resulta que los candidatos supuestamente independientes son igual de fraudulentos y mentirosos que los políticos de siempre. Margarita Zavala, Armando Ríos Piter y Jaime Rodríguez Calderón presentaron entre todos 3,4 millones de firmas apócrifas a favor de sus candidaturas presidenciales.
Armando Ríos Piter, un político guerrerense íntimo amigo y cómplice de Luis Videgaray y alguien que ha trabajado en gobiernos del PRI, el PAN y el PRD, presentó 1.765.000 supuestos respaldos para su candidatura presidencial, pero resulta que solo un 13 % de ellos eran válidos: él y su equipo habían fabricado 1.522.000 de sus supuestos apoyos ciudadanos.
El INE también agarró a Jaime Rodríguez Calderón con las manos en la masa: más de un millón de sus firmas tampoco son válidas. Y Margarita Zavala no se quedó atrás; ella inventó o quizás compró en el mercado negro por lo menos 708.000 supuestos ciudadanos solidarios a su causa.
Pero aún con todas estas irregularidades, los consejeros del INE han avalado el registro de Zavala como candidata presidencial. En lugar de defender el Estado de derecho, el INE prefirió fungir como mayordomo de los oscuros pactos transexenales de impunidad y de complicidad entre Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.
Queda perfectamente clara la farsa de los candidatos supuestamente independientes. También resulta evidente la falta de autonomía y profesionalismo de los consejeros del INE. Solamente una masiva participación ciudadana como votantes y observadores electorales este próximo primero de julio puede garantizar que se respete la voluntad popular; de lo contrario, el fantasma del fraude una vez más rondará por todo México.
¡Actívate, antes de que sea demasiado tarde!