La democracia es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos o de las instituciones electorales. Después de emitir tu sufragio este primero de julio, no regreses a casa, quédate a observar y a defender tu voto.
Las encuestas hablan de un muy probable viraje histórico este próximo 1 de julio. Pero las elecciones no se ganan con sondeos de opinión, sino con votos en las urnas. Y México no es un país democrático.
Las elecciones en Coahuila y el estado de México, así como las presidenciales de 2006 y 2012, han demostrado que el sistema autoritario tiene mil maneras para manipular los resultados y garantizar su continuidad, aun en contra del enorme repudio popular. Y las declaraciones recientes de Lorenzo Córdova, anticipando un margen estrecho en los resultados presidenciales, confirman una vez más la parcialidad de las autoridades electorales.
Afortunadamente, existe una vía ciudadana para defender la democracia. Las autoridades electorales lo han promovido muy poco, porque no les conviene la participación y la vigilancia ciudadanas. Pero la ley permite que los ciudadanos atestigüen directamente el conteo de los votos la noche de la elección. Solo podrás ejercer este derecho si te registras como observador electoral antes del 31 de mayo. El trámite es muy sencillo. Solo llevas dos fotografías y tu credencial de electoral a cualquier oficina del INE.
No es hora de descansar en nuestros laureles, sino de tomar acción a favor de la democracia. Formemos juntos un enorme ejército de ciudadanos observadores capaz de derrotar al fraude y garantizar la soberanía popular.