Actualmente la economía rusa y el sistema financiero comienzan a orientarse hacia los mercados de Asia. En particular, las sanciones obligan a las grandes empresas optar por otras monedas en lugar del dólar y el euro. Por ejemplo, las compañías rusas MegaFon y Norilsk Nickel ya cambiaron sus fondos a dólares de Hong Kong. Otros consideran invertir en yuanes.
Además, se observa otra tendencia, como la reorientación hacia los mercados asiáticos. Por ejemplo, ahora el Banco Central de Rusia y el Banco Nacional de China están trabajando en el contrato de 'swap' de divisas.
Esto significa que en un futuro los bancos podrán realizar transacciones y operaciones financieras en moneda local y posteriormente cambiar los yuanes acumulado en el Banco de Rusia por los rublos acumulados a su vez en el Banco Nacional de China en condiciones favorables para ambos países.
Asimismo se puede destacar el acercamiento entre China y Rusia en el sistema de pago. Mientras que los sistemas de pago estadounidenses Visa y MasterCard están considerando la posibilidad de abandonar Rusia, el sistema chino China UnionPay negocia con los mayores bancos de Rusia. Hasta el momento algunos de los bancos rusos más importantes, como Alfa-Bank, Binbank, VTB 24, Gazprombank y Promsvyazbank, ya se mostraron dispuestos a cooperar con el sistema de pago chino
Las sanciones como nueva etapa del desarrollo de la economía rusa
Hasta el final del año, estos bancos se comprometieron a empezar a aceptar las tarjetas de pago como medio de pago de bienes.
En los próximos tres años China planea aumentar el número de tarjetas China UnionPay hasta dos millones, dijo en julio el representante del sistema de pago, Zhiguang Fan. Según él, en los últimos tiempos China UnionPay ha adquirido 30 nuevos socios entre los bancos rusos de mediano y gran tamaño.
Las empresas rusas saben que existe una alternativa viable sin Occidente. EE.UU. y la UE han cometido un error fatal introduciendo las sanciones y sembrando dudas sobre su fiabilidad. Como resultado de ello se levantaron principalmente barreras psicológicas en las mentes de los financieros y las grandes empresas, que comenzaron a buscar activamente oportunidades para cooperar con sus colegas fuera de Occidente.
Como resultado se puede decir que estamos ante una nueva etapa del desarrollo de la economía rusa. En lugar de problemas, las sanciones de Estados Unidos y la UE conllevan beneficios para Rusia por medio de la intensificación de contactos comerciales con China y una cooperación a largo plazo.