En su programa Sabiduría para Vivir, nos explican que “todos los seres humanos, aunque diferentes, somos igual de valiosos”. Por tanto, la comparación de unos con otros es innecesaria y perjudicial para la mente. Los sentimientos de inferioridad y superioridad, habituales en la vida cotidiana, producen sufrimiento y son algo a resolver. En esta ocasión frente al Palacio Real en la Plaza de Oriente de Madrid, España.