Carta abierta a los señores Obama y Putin

Nagham Salman experta en Oriente Próximo

Señores Barack Obama y Vladimir Putin. ¡Ginebra 2 debe conseguir la paz en Siria, no solo una tregua en la guerra enmascarada que posponga una guerra regional en Oriente Próximo!

Después de más de dos años de combates, que se han saldado con casi doscientos mil muertos y más de cinco millones entre desplazados y refugiados, el pueblo sirio desea que se produzca definitivamente la aplicación de los principios de la Carta de Naciones Unidas. Es necesario un esfuerzo sincero de la Comunidad Internacional para alcanzar la paz en Siria, que no será posible sin un liderazgo conjunto de Rusia y Estados Unidos.

Señores Vladímir Putin y Barack Obama, ustedes son conscientes de que el conflicto sirio ha dividido al mundo globalizado y que es necesario reconducir una situación que ha degenerado en una guerra mundial localizada en un pequeño país que hasta hace tres años era modelo histórico de integración interétnica e interconfesional.

Y es que el conflicto sirio es probablemente el conflicto contemporáneo donde la injerencia externa ha superado a todos los anteriores en instigación y perpetración de crímenes de guerra y contra la humanidad, cometidos por todos los agentes implicados, en especial por mercenarios extranjeros. Y aunque no esté estipulado en estos términos en la Carta de las Naciones Unidas, podría bien calificarse como un crimen contra el patrimonio espiritual de la humanidad instigado por las grandes potencias internacionales, que han conseguido que un país modelo de tolerancia se hunda en la anarquía y el odio intersectario, dejando una imborrable y nefasta huella en la Historia de las Civilizaciones.

Señores Putin y Obama, el mediador Lajdar Brahimi se ha reunido recientemente con los "números dos" de sus respectivas diplomacias en Ginebra con el objetivo de fijar una fecha y avanzar en los preparativos de la Gran Conferencia Internacional de Paz para Siria, concluyendo que todavía no existen las condiciones para convocarla. Mientras, el mundo se pregunta qué condiciones deben cumplirse cuando cientos de personas mueren cada mes en Siria.

Señores Obama y Putin, el Gobierno sirio ha permitido su desarme químico de Siria cuando todo apunta a que el mortífero ataque de Al Gouta fue obra de los rebeldes siguiendo las órdenes de la inteligencia saudí. Aunque suene a utopía y roce la ingenuidad por mi parte, deberían aprovechar ustedes esta ocasión para convocar una gran conferencia internacional de desarme que permita desmantelar los arsenales químicos, bacteriológicos y nucleares de todos los países que los posean.

Señores Putin y Obama, el Gobierno sirio ha anunciado recientemente un amnistía general y el compromiso de iniciar un proceso de transición democrática nacional de dos años que haga recuperar la concordia nacional a todos los sirios y que permita crear un sistema de partidos que lleve a la celebración de unas elecciones democráticas. Y es que si la Conferencia de Paz de Ginebra tiene éxito, podrá iniciarse el largo y costoso camino hacia la reconciliación, permitiéndose que todos los sirios sin crímenes de sangre participen en este tan esperado proceso, pudiendo reintegrarse en la sociedad siria y evitando perpetuar el rencor, el odio y el ánimo de venganza.
    
Señores Putin y Obama, consensúen la creación de un Tribunal Penal Internacional que permita enjuiciar a los prisioneros de guerra extranjeros, yihadistas y mercenarios procedentes principalmente del mundo musulmán y Europa, sobre los que pesan los más atroces crímenes de guerra y contra la humanidad.

 

Señores Obama y Putin, hagan entender a Arabia Saudita y Catar que los sirios y solo los sirios deben ser los dueños de su destino y que no pongan obstáculos a la celebración de la gran conferencia de paz que espera todo el mundo.

Consideren este artículo como una catarsis liberadora de tanta tensión y tristeza acumuladas durante más de dos años de un conflicto que parece no tener fin y que ha destruido mi tierra. La tierra considerada la 'cuna de las civilizaciones', víctima de un conflicto en el que las grandes potencias han focalizado la geoestrategia mundial, que de forma creciente propicia que la codicia de unos pocos se imponga sobre una aldea global de ciudadanos del mundo, en un proceso que es ya irreversible y que se cobra víctimas de toda índole en muchas partes de este pequeño planeta azul.