Desde la invasión de Irak, los cristianos han sido sistemáticamente perseguidos en Oriente Medio. Es una pauta que se ha repetido en Siria durante los últimos cuatro años de conflicto y que ahora se ha acentuado de nuevo en el propio Irak, tras la ocupación del norte del país por las tropas de yihadistas del 'Estado Islámico en Irak y en el Levante'.
El último testimonio de esta crónica de una muerte anunciada por episodios, son las fotos y las noticias que nos llegan de la quema de iglesias históricas de la ciudad Mosul en Irak y la huida de los cristianos del nuevo califato.
¿Olvidan los Yihadistas que el origen del cristianismo es Oriente Medio y que fue la religión mayoritaria de la región desde el siglo IV hasta mucho después del nacimiento del Islam en el siglo VII?!!…¿Olvidan que los cristianos recibieron a los musulmanes abriendo sus casas para ellos y compartiendo sus tierras en pro de la convivencia?
"Yizia, conversión al Islam o asesinato". Son las tres opciones. Triste realidad en pleno siglo XXI. El enésimo episodio ha provocado la diáspora de 25.000 cristianos, desarraigados de sus raíces bajo la fuerza, el odio y el extremismo. Se fueron como el "Mesías”, llevando su cruz sobre los hombros y dejando atrás su ciudad, dominada por el 'Estado islámico en Irak y el Levante'. Su presencia física desapareció de las iglesias de la noche a la mañana, pero sus almas permanecieron allí, observando con tristeza y dolor cómo las cruces eran destruidas y reemplazadas con banderas tan negras como los corazones de los terroristas que tienen encomendada tan siniestra misión..
¿Será este desplazamiento sistemático y planificado de los cristianos en Irak el inicio del fin de los cristianos en Oriente Medio?
Y aparecen más interrogantes: ¿Qué hace el Vaticano contra esta limpieza étnica, y qué rol están mostrando las organizaciones internacionales hacia los cientos de miles de cristianos iraquíes desplazados?
Mientras tanto, los gobiernos occidentales les animan a dejar sus casas y venir a Europa y a Estados Unidos, ofreciéndoles una nueva vida. ¿Cómo se puede pedir a la gente que abandone su casa, su tierra, su historia y su patria?
Muchos dicen que los crímenes que está cometiendo el Estado Islámico en Irak y Levante son el último clavo en el ataúd de los cristianos en Oriente.
Y gritaba una de las víctimas: "¡Jesús, no les perdones, porque saben muy bien lo que hacen!".