Biden y Trump arrasan en el supermartes mientras intentar saldar sus propias fisuras

Ociel Alí López

El resultado del supermartes, uno de los eventos más importantes en la carrera presidencial en EE.UU., ha terminado de confirmar que una revancha entre el actual presidente Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump, luce inevitable.

En las internas de sus partidos, ambos lograron una ventaja matemática y simbólica, que les deja solos en la competencia para obtener el abanderamiento oficial.

Todo esto después que la Corte Suprema de EE.UU. desestimara cualquier demanda que pueda sacar de la contienda a Trump.

Resultados

Trump logró vencer de manera holgada en 14 de los 15 estados que estaban en juego. Resultó aventajado con encumbrado porcentaje en Alabama (83 %), Oklahoma (82 %), Texas (78 %), Tennessee (78 %), California (78 %), Arkansas (75 %), Carolina del Norte (74 %), Maine (72 %), Minnesota (69 %) y Colorado (63 %).

Nikki Haley, su única contendiente, ha tenido que contentarse solo con Vermont, que ha sumado este triunfo al ocurrido a su favor días antes en el distrito de Columbia, por lo
que ha decidido retirarse de la contienda, luego del repliegue de algunos de sus principales financistas. 

Trump logró vencer de manera holgada en 14 de los 15 estados que estaban en juego.

Por su parte, Biden navega más en solitario aún. Ganó en los 15 estados con dilatado margen, no tiene contendiente de peso y solo perdió en el territorio de Samoa Americana, que además no vota en las presidenciales.

Apenas se conocieron los resultados preliminares, ambos han salido a atacar a su respectivo contrincante, para así ocupar sus roles como abanderados presidenciales de cada partido aunque, para ser oficialmente nombrados candidatos, todavía falta una cadena de eventos protocolares que culminarán en la Convención Nacional Republicana, a celebrarse del 15 al 18 de julio en la ciudad de Milwaukee, y en la Convención Demócrata, del 19 al 22 de agosto en Chicago.

Comienza la revancha

Lo que ninguno de los precandidatos favoritos pudieron hacer el supermartes fue soldar las fracturas, pequeñas en cantidad de votantes, pero que podrían ser decisivas para el evento presidencial pautado para el 5 de noviembre.

Y hacia esos puntos blandos han atacado cada uno de ellos.

Biden, en un comunicado, ha respondido al acontecimiento del supermartes intentando dirigirse a la base demócrata, ubicando a su adversario como el cemento de su votación: "Los resultados de esta noche dejan al pueblo estadounidense una opción clara: ¿vamos a seguir avanzando o permitiremos que Donald Trump nos arrastre hacia atrás, hacia el caos, la división y la oscuridad que definieron su mandato?".

Biden, de hecho, no ha podido conjurar el fantasma del "voto no comprometido", que trata de aglutinar el malestar contra el mandatario debido a su apoyo a Israel en el conflicto contra Palestina. En Minnesota, este voto de las bases demócratas rondó el 20 % que ya se suma al sorpresivo 14 % de Míchigan (antes del supermartes), pero en otros estados también estuvo presente, como en Carolina del Norte (13 %), Massachusetts (9 %) y Colorado (7,6 %).

El 'Rust Bell', conocido como 'cinturón manufacturero', donde se ubican estados industriales en decadencia como Míchigan y Minnesota, puede ser decisivo en la contienda, por lo que mostrar filtraciones allí podría ser desastroso. Fue justo en estos territorios donde se posicionó el discurso nacionalista de Trump que le dio la victoria en 2016.

Los activistas del "voto no comprometido" buscan obtener una votación superior a la ventaja que sacó Trump al Partido Demócrata en 2016, como forma de hacer ver lo imprescindible que es su electorado para poder ganar en las presidenciales. En Míchigan y Minnesota lo han logrado. 

El 'Rust Bell', donde se ubican estados industriales en decadencia como Míchigan y Minnesota, puede ser decisivo en la contienda.

Que este tipo de voto no se haya disipado, a pesar de la amenaza que representa Trump para la corriente izquierdista del Partido Demócrata, es un motivo de preocupación para la campaña de Biden, quien deberá ganarse a este sector con algo más que proclamas antitrumpistas, sino más bien con hechos reales en el campo de batalla en Medio Oriente.

Trump también tiene puntos flácidos

La preocupación para Trump va en otro sentido, pero también es acuciante y se la ha dejado ver en su discurso en Mar-a-Lago, Florida, donde celebró su arrase en las internas.

Halley no pudo superar el supermartes, pero logró demostrar que hay un sector decisivo para los republicanos que prefiere votar por alguien sin chance con tal de mostrar su rechazo a Trump, como en Massachusetts (36 %), Virginia (35 %), Colorado (33 %) y Minnesota (30 %).

A pesar de la poca importancia que le pueda dar su partido al distrito de Columbia y a Washington D.C. (donde había ganado previamente), así como en el republicanismo moderado de Vermont, la exembajadora demuestra que hay sectores blandos, incluso internos al partido, que temen a un hipotético triunfo de Trump. La postura de estos sectores se debe a motivos étnicos, o por su relativo centrismo, otra vez aterrorizado por los discursos grandilocuentes de Trump.

Halley logró demostrar que hay un sector decisivo para los republicanos que prefiere votar por alguien sin chance con tal de mostrar su rechazo a Trump.

Es por esto que en medio de la celebración por el triunfo en el supermartes, en Mar-a-Lago dirigió su discurso a los electores que se encuentran en esta "zona blanda" o de confirmado rechazo: "Se querían unir los afroestadounidenses, las personas de Asia y las personas latinas, y las personas que se graduaron de la escuela y las que no [todos estos sectores donde el antitrumpismo es más desatado], a todos estos grupos les estaba yendo mejor que antes, nuestro país se estaba uniendo [haciendo referencia a su administración]".

Así que, para esta campaña, el discurso de la confrontación, esencial al magnate, debe ahora articularse al discurso de "convocatoria a la unión", que es el significante y vínculo que puede sumar a los grupos decisorios para darle una mayoría en las presidenciales. Su éxito, para culminar el proceso de internas, no consiste en el retiro de Haley, sino que los votantes de ella efectivamente transfieran su apoyo.

La carrera presidencial de ambos precandidatos solo puede ser detenida por sus fisuras internas, en tanto ya no cuentan con oponentes en sus respectivos partidos: así las cosas, la revancha se vislumbra inevitable.