¿Qué busca la apuesta diplomática de Petro, Lula y López Obrador para Venezuela?
El presidente colombiano Gustavo Petro y su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se han convertido en actores clave para frenar los juicios, sanciones y ofensivas contra Venezuela, mientras se disipan las tensiones después de los comicios del pasado 28 de julio.
"El escrutinio es el final de todo proceso electoral, debe ser transparente y asegurar la paz y democracia", dijo Petro para reafirmar su apuesta por la institucionalidad en Venezuela e intentar que no se repitan las propuestas injerencistas.
Petro confía en que la solución está en manos de Venezuela y no en terceros países. Ante el agradecimiento que hizo la líder opositora María Corina Machado al pronunciamiento de la cancillería colombiana, durante la reunión de la OEA celebrada el miércoles, Petro respondió: "No es un gobierno extranjero el que debe decidir quién es el Presidente de Venezuela. Es a los venezolanos a quienes corresponde llegar a un acuerdo político para que cese la violencia en su país y establecer la forma transparente como se pueda adelantar un escrutinio con garantías para todos".
Por tratarse del gobierno de EE.UU., cualquier intento suyo de nombrar un ganador, según las cifras opositoras, recordará el reciente 'experimento Guaidó', en el que más de 50 países de Occidente reconocieron un gobierno paralelo –bajo el tutelaje de Washington– que fue tan inefectivo como ridículo.
El recordatorio a Machado no llega en cualquier momento. La víspera, Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., en la mencionada reunión de la OEA, declaró como ganador al opositor Edmundo González en las presidenciales del 28 de julio, dando por cierto un resultado diferente al que enunció el Consejo Nacional Electoral (CNE) la noche del domingo.
Por tratarse del gobierno de EE.UU., cualquier intento suyo de nombrar un ganador, según las cifras opositoras, recordará el reciente 'experimento Guaidó', en el que más de 50 países de Occidente reconocieron un gobierno paralelo –bajo el tutelaje de Washington– que fue tan inefectivo como ridículo.
Por eso, aunque el presidente colombiano cuestionó la publicación de Machado, indirectamente se dirigía hacia Washington, por el precedente de las declaraciones de Nichols.
Maduro va a tribunales
La noche de las elecciones, el CNE divulgó resultados en los que con el conteo del 80 % de los votos, Maduro obtenía el 51,2 % de los apoyos, contra el 44 % de Edmundo González, por alrededor de 700.000 votos de ventaja.
Sin embargo, el gobierno denunció un 'hackeo' masivo al CNE, desde Macedonia del Norte, que impidió finalizar el conteo y cumplir con el protocolo electoral establecido. Por ende, Maduro acudió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que el órgano procese y reciba las actas por parte de los partidos políticos que participaron en el evento, que ya las tienen en sus manos debido a que el CNE les imprime una a cada testigo en las propias mesas electorales, lo que hace que el sistema sea totalmente auditable.
Los aliados de Maduro se fijan en las bondades del sistema electoral para exigir al mundo que no se vuelva a cometer el error de proclamar a un presidente desde el exterior. Sin embargo, también piden al gobierno claridad en torno a la divulgación de las actas.
Los aliados de Maduro se fijan en las bondades del sistema electoral para exigir al mundo que no se vuelva a cometer el error de proclamar a un presidente desde el exterior. Sin embargo, también piden al gobierno claridad en torno a la divulgación de las actas.
Lula y López Obrador hacen otro tanto
Los líderes de México y Brasil han alineado sus posturas a las de Petro. El matiz es que López Obrador, por su parte, también ha arremetido contra el intento de la Organización de Estados Americanos (OEA) de intervenir en el asunto.
"¿Por qué se tiene que meter la OEA? Eso es injerencismo, por eso la OEA no tiene credibilidad. ¿Con qué fundamento la OEA sostiene que ganó el otro candidato? ¿Dónde están las pruebas? Que se cuenten todos los votos, que se revisen las actas", aseveró el mandatario mexicano.
Lula, por su parte, se ha convertido en una bisagra entre este grupo de presidentes y Washington. De hecho, sostuvo una conversación con Joe Biden el miércoles en la tarde, de la que ha salido un comunicado conjunto que parecía poner diques para que la Casa Blanca no se desbocara automáticamente contra Caracas.
El jueves, los presidentes de los tres países (Colombia-México-Brasil) conversaron telefónicamente y luego emitieron un comunicado conjunto, con el fin de tomar una postura común que ayude a relajar las tensiones por la vía de exigir a la oposición "que ejerza cautela y contención de sus manifestaciones", y a las autoridades electorales de Venezuela para que "avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación".
En el comunicado no se hace referencia sobre el traslado del proceso electoral a los predios del TSJ, como lo ha pedido Maduro mediante un recurso de amparo.
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