Por cercanía y conocimiento, uno puede afirmar que los análisis geoestratégicos de los principales partidos de la Comunidad Autónoma de Cataluña —y me temo que los del resto de España, y probablemente resto de Occidente— son palmarios ejemplos de falta de análisis riguroso de la realidad internacional, a pesar de (o precisamente por) la importancia que esta tiene y por la necesidad que esta imprime de revisar concepciones e informaciones de forma constante (y eso da trabajo).
Doy por descontado que las principales derechas, tipo Partido Popular Europeo, Grupo Liberal, etc., llevan este equívoco de forma genética. Pero en el caso de la izquierda, con honrosas excepciones, roza lo preocupante. Los actuales maître à penser de determinadas izquierdas, recién salidos de las universidades (1), han obedecido a la máxima de "nadar y guardar la ropa" que bien sirve para tomar posición de ventaja ante la sociedad sobre aquellos que son juzgados como "pasados de moda" por no saber entender los "nuevos tipos de protesta".
En esta órbita, se sitúa un manifiesto de las izquierdas catalanas Alliberament 99 (2), que se encabezaba con el siguiente titular: "La liberación de la mayoría vale más (sic) que los intereses geoestratégicos de la minoría". No definen con precisión lo que entienden por mayoría, ni tampoco por minoría, pero desde luego se concluye, leyéndolo, que la geopolítica no es desde luego su fuerte.
Decirles, a través de este texto, que esta disciplina va en interés de las mayorías y en modo alguno atañe a "intereses de la minoría", de forma genérica, aunque efectivamente haya una minoría de potentados que hacen negocio con los movimientos de placas tectónicas, apoyados por mayorías engañadas. Intentemos aclararlo en las líneas que siguen…
Rusofobia encubierta
Me aplicaré únicamente en comentar lo que afirmaron en su texto sobre el conflicto de Ucrania, por escribir hoy en un medio de comunicación ruso que ha dado buena cuenta de la política excluyente practicada por los 'revolucionarios' de Kiev, con actos de pillaje, como los que se vieron en Mariúpol, o por bombardeos aéreos sobre población civil como los que se han visto en decenas de demarcaciones del este de un país, Ucrania, que es la cuna desde la que se expande hacia el oriente eurasiático la cultura rusa.
Ucrania y Rusia están, por tanto, culturalmente imbricadas y es normal que haya quien afirme que se trata de un solo pueblo. La palabra 'Rusia' proviene etimológicamente de 'Rus' o 'Rhôs de Kiev', que es como llamaron a la amplia zona que baja del Báltico al mar Negro los pobladores de etnia vikinga (3) que se instalaron a inicios del siglo X en esas tierras, fundando con ello el nombre etimológico 'Rusia'.
La delimitación de una Ucrania con Crimea incluida fue decidida por Nikita Jruschov, en los años 60 del siglo XX. Cabe decir, también, que los desplazamientos de tártaros islámicos de Crimea no fueron diseñados por los 'rusos' sino por el antecesor de Jruschov, Stalin, que era georgiano. Parapetarse en estos hechos para explicar la actualidad es no jugar limpio.
Todo ello son consideraciones demasiado 'geoestratégicas' para el grupo de personas que se da en llamar Alliberament 99, que afirman, entre otros pasajes que:
"En Ucrania nos oponemos a todas las oligarquías (4) y a todas las injerencias imperialistas. Defendemos la continuada independencia del pueblo ucraniano —con toda su diversidad— y rechazamos que deban elegir entre someterse a Occidente o volver atrás a los largos siglos de dominio ruso. Condenamos a los fascistas en Kiev —Svoboda, Pravy Sektor y otros— y también a los nazis rusos que juegan un papel clave, ocupando muchos altos cargos, en Donetsk. Nos solidarizamos con toda la gente trabajadora ucraniana —que actualmente se encuentra muy dividida, tras uno u otro sector de la oligarquía— y esperamos que sepa luchar por sus propios intereses".
La supuesta 'liberación de la mayoría' en Ucrania pasa, pues, por eliminar a una minoría presente allí desde el origen de esos territorios que luego conformarían Rusia. Se postula al país entero como víctima del "imperialismo" ruso, se demoniza como "nazis" a los combatientes, se banaliza como "machista, homófobo e islamófobo" al presidente ruso, elegido por sufragio universal, y se inventa que destacados combatientes obedecen a los designios de una oligarquía más que a códigos que hasta no hace muchas décadas eran considerados honorables para muchas personas (la valentía, el sacrificio, por ejemplo). Al trabajador ucranio, desde luego, no le interesa vivir enfrentado a Rusia, fuente de trabajo y riqueza, como sí interesa a la oligarquía única (no son varias, solo hay una), temerosa de lo que representa un país tan extenso, antiguo y sólido.
Hacerse más preguntas, la clave
Kosovo, Georgia, el fallido intento de Chechenia y ahora Ucrania han sido descarados intentos de pergeñar una guerra contra la Rusia contemporánea, su 'hinterland' natural con Europa y su salida al Mediterráneo. Sorprende la sordera geopolítica de una nueva izquierda (el 'viejo' socialismo acertaba más) que parece colaborativa con los intereses de esa 'minoría' capitalista, a la que dicen estar opuestos, a la hora de hablar de "pueblo checheno oprimido", "injerencia rusa" o bien del Ejército de Siria como "opresores contra su propia gente". ¿Han comprobado si estas afirmaciones son ciertas?
En su mundo, estas izquierdas parecen de 'derechas' (aunque todo ello termine por no querer decir nada). No buscan comprobar las fuentes sino generar propaganda. Prejuicios que los convierten en, finalmente, injustos por impedir que se abra un debate social en Occidente que cuestione este tipo de guerras y por dejar crecer a cuestionables grupos de 'oposición' que únicamente buscan diezmar la soberanía de los Estados y su capacidad de aguante. ¿Era menos independiente Ucrania hace un par de años que ahora? ¿Los siglos de opresión rusa se remontan al Rhôs de Kiev? ¿No era preferible abundar en la idea de un puente entre la Unión Euroasiática y la Unión Europea?
¿Qué hay del Espacio Económico Vladivostok-Lisboa, propuesto por la actual presidencia rusa? Sobre la viabilidad y proyección de este nuevo espacio debería preguntarse a los trabajadores que se consideran ucranios y rusos, al mismo tiempo, y quizá también los de los demás puntos de Europa occidental, que no buscan renunciar ni enfrentar ninguna de sus identidades nacionales y a crear y obtener trabajo estable en sus propios países; la revuelta antirrusa y antieurasiática de Kiev no entronca, desde luego, con esta dinámica.
Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, es cierto. Pero también el deber de rectificar, consultando de paso algunos mapas de geografía, una disciplina marginada que les haría ver que, efectivamente, la geopolítica no solo interesa a la minoría sino que nos afecta a todos y es importante tenerla presente.
Nota bene:
(1) El presidente socialista chileno Salvador Allende afirmó que "la Revolución no pasa por la universidad, y esto hay que entenderlo; la Revolución pasa por las grandes masas; la Revolución la hacen los pueblos; la Revolución la hacen, esencialmente, los trabajadores". Fuente: Discurso en el auditorio central del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, 2 de diciembre de 1972. También dijo: "El dirigente político universitario tendrá más autoridad moral, si acaso es también un buen estudiante universitario". Fuente: Discurso en la Universidad de Guadalajara, México, diciembre de 1972 (citado en 'Ideario político de Allende: compañero presidente', p. 256). Más en: https://es.wikiquote.org/wiki/Salvador_Allende
(2) Firmado, entre otros, por Ada Colau, antes de ser alcaldesa de Barcelona, o Lluis Rabell, uno de los candidatos a presidir la Generalitat.
(3) Fuente Wikipedia: "Los varegos migraron hacia el sur y el este a través de lo que hoy son Rusia y Ucrania, principalmente en los siglos IX y X. Ya fuera como comerciantes, piratas o mercenarios, recorrieron los ríos de Gardariki, llegando al mar Caspio y Constantinopla. Principales rutas de comercio: Ruta del Volga (rojo) y la ruta de los varegos a los griegos (en morado). Asentándose en Stáraya Ladoga, los colonos escandinavos probablemente fueron un elemento en la génesis del pueblo Rus, y probablemente tuvieron un papel importante en la formación del Jaganato de Rus. Los varegos están mencionados por vez primera en la Crónica de Néstor como receptores de tributo de las tribus eslavas y finesas en 859. Era la época de la expansión de los vikingos por el norte de Europa; Inglaterra empezó a pagar el Danegeld en 859, y los curonios de Grobina hicieron frente a la invasión de los suecos en el mismo año. En 862, las tribus eslavas y finesas se rebelaron contra los varegos, empujándolos hacia el mar, hacia Escandinavia, pero pronto estallaron conflictos entre ellos. El desorden provocó que pidieran a los varegos que regresaran para que los gobernasen, trayendo así la paz a la región. Liderados por Rurik y sus hermanos Truvor y Sineo, se asentaron en Nóvgorod. En el siglo IX, los rus pusieron en marcha la ruta comercial del Volga, que conectaba el norte de Rusia con Oriente Medio. Como la ruta del Volga decayó a finales del siglo, rápidamente ganó popularidad la ruta de los varegos a los griegos. Escandinavos con base en Kiev llegaron incluso a intentar atacar a la mismísima Constantinopla, capital del Imperio romano de Oriente. Al sur, un vasto territorio recibió el nombre de Danelagen". Ver mapa:https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/dd/Varangian_routes.png
(4) Reduccionismo similar al que empleó este mismo segmento ideológico (15M, etc.) durante las primaveras árabes, especialmente para definir lo que ocurría entre Libia y Siria: el discurso del "todos imperialistas, todos oligárquicos, todos contra los trabajadores y todos contra la independencia de los pueblos, todos contra el 99%, etc." sirvió de acicate para impedir literalmente que se visualizara una oposición internacional a los intervencionismos y se debatiera sobre la naturaleza geopolítica de tales movimientos, cosa que en Alliberament 99 niegan.