Desde la fulgurante aparición de Julian Assange y Edward Snowden --por la vía de los grandes medios que los alumbraron como noticia-- mucho se ha comentado acerca de si las filtraciones de Wikileaks o las “denuncias” del “ex” espía suponen verdaderamente una noticia relevante o incluso un hecho cierto. El presente artículo pretende abrir la duda periodística, mostrando una serie de realidades ligadas a ambos personajes que ponen en entredicho su imagen de “campeones de la democracia”.
Y es que a Assange se le puede achacar, con claridad, que sus aportaciones jamás ha revelado ningún detalle considerado sensible sobre determinados acontecimientos de gran calado político y bélico, acaecidos en la última década y media. Que sus cables inventan realidades que sobre-informan, deforman o son usados interesadamente. Y que su asociación con el soldado Manning ha derivado en un circo surrealista. Sobre Snowden, se puede decir, también con claridad, que va camino de protagonizar un vodevil de similares características, a cuenta del prestigio de Rusia.
La sensación es que, tras una apariencia de seriedad, el grupo de apoyo que gira alrededor de Wikileaks y Snowden carece absolutamente de escrúpulos. Con la finalidad de eludir un debate claro acerca de la agresiva postura “occidental” en el mundo, particularmente el árabe-musulmán, los “casos” Wikileaks y Snowden consiguen no sólo desviar la atención hacia la devastación que tales posturas producen, sino que, incluso, coadyuvan en la estrategia agresiva. Veamos algunos hechos que apuntan a la sospecha.
Apoyo de Los Verdes
Lo más sintomático es que los defensores del “pacifista” Assange y del “garganta profunda” Snowden se mueven en los entornos del Partido de Los Verdes europeos que han jugado un papel preponderante para convencer a la opinión pública de la necesidad de intervenir en Afganistán, Siria, Libia, Sudán, Somalia, Costa de Marfil, Mali o Serbia (y también en la primera guerra de Irak, aceptable “porque fue avalada por la ONU”) o de “castigar” a China y Rusia.
Wikileaks denuncia por ejemplo que EEUU bombardea con drones Afganistán o Pakistán, pero lo mezcla con falsedades o deformaciones políticas que finalmente hacen más daño a países ya de por sí dañados: eso es lo que consigue Wikileaks: desacreditar aún más a países que que intentaron vías diplomáticas con EEUU antes de verse envueltos en guerras.
Como por arte de magia, los distribuidores del mensaje de Assange olvidan revelar una información esencial: el porqué del decidido apoyo brindado por los antinucleares Daniel Cohn Bendit y Joshka Fisher a la mayor parte de tales operaciones bélicas, entre otras injerencias e imposiciones. Por no mencionar el papel jugado por los grandes promotores del mensaje de Wikileaks --Le Monde, El País, Der Spiegel, The New York Times y The Guardian-- en declarar “guerras” y generar culpables antes de tiempo.
El activismo incesante que estos grupos ejercen en pos de una presuntamente benefactora cruzada global, tiene su maquillaje perfecto en la aparente neutralidad del tándem Snowden y Assange. ¿Ha revelado Wikileaks algo verdadero, honesto y sensible acerca de la intervención en Libia? ¿Ha dado pistas Snowden sobre qué tipo de presiones reciben los cancilleres o los gobiernos europeos “espiados” por el NSA para ir a una guerra o intervenir en un país? Teniendo la posibilidad de hacerlo, gracias a su enorme poder de comunicación, resulta curioso que ni uno ni otro añadan nada relevante.
Más presión sobre Siria y Libia
Tanto el uno como el otro, escenifican una postura, en el mejor de los casos, equidistante, en la que ningún asunto es revelado con seriedad sino a través de una calculada intervención en la realidad, propia de las segundas intenciones. Los paradigmáticos ejemplos de lo acontecido en Siria y Libia a raíz de la primavera “árabe” --por otra parte, piedra analítica contra la que han topado los partidos y medios occidentales de izquierda-- sirven para indicar que ni Assange ni Snowden representan una opinión divergente con respecto a lo que se piensa en Occidente.
Para Assange, defensor de la “metodología” de las revueltas antigubernamentales, tanto el “régimen” sirio como los “rebeldes” son iguales puesto que ambos han cometido los mismos crímenes contra los derechos humanos, postura ésta no avalada por ningún sirio que haya vivido in situ las agresiones de los grupos terroristas infiltrados en el país, únicamente frenadas por el Ejército. Antes de llegar a tal conclusión, Assange comprometió severamente al gobierno de Al Assad publicando 2,5 millones de emails internos. Más tarde, una delegación del “partido” Wikileaks hizo un misterioso viaje hasta Damasco para entrevistarse con el gobierno.
En 2011, mientras Libia sufría un severo bombardeo aéreo por parte de la OTAN, a Assange no se le ocurrió nada mejor que lanzar su particular misil contra Gaddafi revelando supuestas “pruebas” de que “colaboraba” con EEUU (el argumento wikileakiano por excelencia). Assange ha disfrazado de cruzada salvadora, en pos de la “información”, actuaciones nada equidistantes en ámbitos de enorme interés geoestratégico, que han derivado en dramas humanitarios y flagrantes violaciones no denunciadas de los derechos humanos cometidas durante la desmembración del Estado libio, el país más desarrollado y equitativo de África en 2011.
Comprometer a Rusia, China y Ecuador
Resulta también paradójico que Snowden y Assange hayan buscado el amparo de Rusia, China o Ecuador. ¿Por qué lo han hecho, si consideran que “los residentes de Moscú y Pekín no tienen libertad en Internet” (Assange dixit)? En 2010, en la cumbre de su popularidad, el líder de Wikileaks dio numerosas entrevistas a los medios que lo catapultaron y apuntó, precisamente, contra China y Rusia, tanto como contra EEUU. La engañosa visión del “todos igual de malos, menos uno mismo”. Años después, se permitió el lujo de recomendar a Snowden pedir a asilo en Rusia.
La conclusión es que Snowden, quien según sus asesores buscaba refugio en un “país democrático” se halla temporalmente en Rusia. ¿Qué motiva este cambio de postura, considerando que, según los apoyos de ambos (Amnistía, HRW), Rusia no es democrática? ¿Porqué la elección de la embajada de Ecuador para buscar refugio? Probablemente, por la lógica de comprometer todavía más a tales países. No puede entenderse otra cosa, viendo cómo diversas voces en el Europarlamento, una cámara con tendencias refractarias hacia Rusia y Ecuador, pidieran en 2013 que se le otorgara el premio Sajarov, un eco de la guerra fría.
Como item de opinión en Occidente, poca importancia tiene ya la NSA, su composición o intereses. Ahora, cunde más resaltar la “contradicción” en que cae el gobierno ruso por conceder asilo a Snowden mientras reprime --supuestamente-- los derechos humanos de activistas como Pussy Riot. Es decir, por más que haga para mostrar buena voluntad, Rusia seguirá en la diana, para la prensa tipo Huffington Post, siendo Snowden un pretexto más para generar división.
En resumidas cuentas, Assange y Snowden buscan crear una ilusión colectiva: la del experto informático que, desde cualquier habitación y en solitario, desenmascara a los “poderosos”, como si fuera el héroe de una película. Una teoría como cualquier otra, ya que es fácil intuir que ninguno de los dos trabaja sin un “poderoso” apoyo financiero, ni un interés particular o geoestratégico que difunde más espectáculo que información verdadera y bien contextualizada.
Enlaces de interés
Wikileaks y Libia (año 2011)
http://www.telegraph.co.uk/news/wikileaks-files/libya-wikileaks/
Assange y Siria (año 2012)
https://wikileaks.org/Syria-Files-ES.html
Snowden y Wikileaks, el velo de la mentira
http://www.veteranstoday.com/2013/06/23/veil-of-lies-snowden-and-wikileaks/
Cinco medios difunden 250.000 cables
http://www.rtve.es/noticias/20101128/wikileaks-denuncia-ataque-web-aunque-dice-que-difundira-informacion/376885.shtml