Opinión
El Salvador sufre guerra psicológica postelectoral
Con cerrada ventaja, el partido de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) fue confirmado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) como ganador de las elecciones presidenciales del pasado 9 de marzo.
Este fin de semana se realizó una concentración de miles de militantes y simpatizantes del partido de izquierda que por segunda ocasión gana las presidenciales llevando ahora a un ex comandante de la ex guerrilla, Salvador Sánchez Cerén.
Sin embargo, el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), otrora organización de los temibles Escuadrones de la Muerte (Dead Squads) en el conflicto armado de los años 80 y actual representante del poder económico, se niega a respetar los resultados. Alude a un supuesto “fraude electoral” y activa la segunda fase del plan denominado “administración de crisis y guerra integral de marketing político”. Exige a la corte nacional la anulación de los comicios.
La matriz operativa de esta guerra psicológica en proceso consiste en profundizar el uso de símbolos, manipulación tele estratégica y de desinformación, manifestaciones de calle controladas en etapas, esto con el fin de llegar a trastocar masivamente los instintos primarios de la población, miedo, estrés, incertidumbre para dirigir dispersión. El fin último es generar crisis política y social en el contexto postelectoral.
La decisión de introducir estos elementos de desestabilización fue tomada el mismo día de la jornada electoral del pasado 9 de marzo cuando ARENA reconoció como “exitosa” la estrategia de su principal asesor, el venezolano Juan José Rendón, aplicada previo a la segunda vuelta de las elecciones, que consistió en guerra psicológica como tipología de cuarta generación, diversas acciones de fraude larvario y compra masiva de votos por parte de la derecha.
La narrativa del discurso de ARENA se basa en profundizar la mentira de “fraude electoral”. Repetirla insaciablemente en medios de comunicación masiva, actos políticos frente al lugar donde sesiona el Tribunal Supremo Electoral (TSE), calles importantes de la capital San Salvador y cierre de carreteras, acompañada de proyectiles emocionales como “uso de la fuerza armada”, simbiosis entre los conceptos “Venezuela y el FMLN”, “las maras (pandillas) votaron”, “movimiento SOS” (símil de la oposición venezolana) en un claro objetivo de deslegitimar el proceso democrático de las elecciones y que “la sociedad” les dé un cheque en blanco para sus acciones que pueden ser violentas como las registradas en las inmediaciones de Ilopango en la zona conurbana de la capital San Salvador con barricadas y quema de llantas.
En tanto, sus tácticas van hilvanadas sistemáticamente hacia generar y promocionar un clima de malestar en la población y la búsqueda de la “desobediencia civil”. Los medios afines ya montaron los conceptos en sus plataformas: coberturas en vivo, declaraciones de dirigentes y miembros de ARENA, programas especiales con “votantes”, campañas publicitarias adversas al gobierno del cambio.
Asimismo los dirigentes de derecha recurren a plataformas internacionales para el manejo de la opinión pública. La Cadena CNN ya declara en sus entregas informativas (desinformativas) como “movimiento de oposición” a las acciones de calle del partido ARENA dándole un matiz “civil”, sin considerar que son los militantes de ese partido y personas movilizadas con pagos de 10 dólares al día como han revelado algunos medios honestos de comunicación locales.
También logran penetrar en las agencias de información como la española EFE y la francesa AFP. En algunos de sus titulares de esta semana montaron el eje discursivo “tensión y crisis”. Por ejemplo, EFE sostuvo que “El ente electoral salvadoreño dice que la revisión voto por voto sería excepcional”, titular que contrasta con las declaraciones de los funcionarios del TSE que no dan pie a especulaciones y con base en la ley aseguran es improcedente el recuento de votos. Este titular de EFE genera desinformación.
Y por su parte, la agencia francesa AFP titula “Crece la tensión en El Salvador ante la petición de la derecha de anular las elecciones”, titular que da una visión de inestabilidad política que embona con la burbuja de mostrar a nivel internacional un país en crisis.
Estos titulares se masificaron en los medios de comunicación regionales como en la cadena Univisión, diarios como El Tiempo de Venezuela, El Reforma de México, El Mercurio de Chile y Ecuador, El Espectador de Colombia y la Nación de Argentina, entre muchos otros dentro y fuera de El Salvador.
En las redes sociales, ARENA ha montado tres plataformas: avvaz.org que se dedica a captar firmas de adherentes (publicitan 100 mil) que exigen al TSE y a la Fiscalía el recuento de votos en una primera etapa y en una segunda la nulidad de las elecciones, además de equiparar a El Salvador con la situación actual de Venezuela, en un intento de arquitectura del consenso y manipulación de la opinión pública.
En la red social de Facebook aparece, en los espacios publicitarios, una encuesta titulada Elecciones en El Salvador ¿Crees que hay fraude electoral? Hasta el día de hoy, según los datos publicados allí, es “abrumadora” la respuesta del “Sí”. Hay que tomar en cuenta que esa información allí vertida es administrada por quien paga la publicidad.
La tercera plataforma se llama In the name of El Salvador Sánchez Cerén Salí dedicada a desinformar en los idiomas inglés y español para alcanzar audiencias nacionales e internacionales y con ello levantar una burbuja de opinión pública adversa al FMLN.
El pasado 23 de noviembre, los partidos de derecha en Latinoamérica UPLA se reunieron en San Salvador en uno de sus encuentros anuales. Trascendió que entre los temas centrales fue darle el espaldarazo a Norman Quijano y buscar por todos los medios evitar que la izquierda siga gobernando en El Salvador. Los anfitriones centrales de ese evento fueron Norman Quijano y los expresidentes Armando Calderón Sol y Alfredo Cristiani.
Esta reunión coincide con los resolutivos del Congreso de la UPLA en 2009 en Venezuela de buscar aplicar la tesis de “golpe blando” en Latinoamérica contra gobiernos progresistas democráticamente electos.
Por otra parte, se han registrado la activación de los “troles desinformativos”. Han aparecido mensajes en las redes sociales de supuestas “estructuras del FMLN” que “están dispuestas a enfrentarse a la derecha”, en una clara manipulación y generación de escenarios de inestabilidad. Los troles operan en oficinas clandestinas y laboratorios de guerra sucia que fueron instalados durante la campaña electoral por ARENA. Buscan montarle una matriz de “violencia” al partido de izquierda y justificar acciones de enfrentamiento en las calles.
Además, los troles bloquearon por un breve tiempo la cuenta de twitter del TSE, mientras generan campañas en las mismas plataformas para montar un escenario de crispación social, buscando replicar mediáticamente el uso de la desinformación en Venezuela.
En el último día del escrutinio final del TSE, el candidato de la derecha Norman Quijano llamó a manifestaciones “masivas y pacíficas”, contradictoriamente negando ser el promotor de las actividades, superponiendo el vector conceptual de “manifestaciones espontáneas”, esto en el marco de la táctica “conflictos de calle” que consiste imponer agenda política y mediática, minimizar el protagonismo de las instituciones TSE, Fiscalía y gobierno y abrir eventualmente la puerta a la violencia.
Se trata de crear un escenario de la desestabilización administrada. Juegan en dos bandas, fuera de la legalidad y dentro de ella. Rompen la mesa de conteo como sucedió dos días después de las elecciones y luego al día siguiente regresan mientras llaman a manifestaciones simbólicas que van desde misas callejeras, promoción de un movimiento juvenil global llamado SOS, cacerolazos, banderas nacionales en alto y, con ello, ganar tiempo en medio de la generación de crisis política para que no se proclame formalmente la fórmula del FMLN.
Las manifestaciones de la derecha podrían subir de tono en los próximos días. Exigen la nulidad de las elecciones y reclaman inconsistencia en al menos 20.000 votos. Entraría la fase de buscar quebrar el orden institucional como perspectiva inmediata de la derecha. No la descartan si no es hasta lograr el objetivo de anular las elecciones.
Este escenario incluye piquetes o tomas de calles, instituciones o lugares simbólicos con barricadas, fogones y una narrativa de la “desobediencia”. Escalar el conflicto creado y promover dos mentiras centrales: 1) que la crisis es producto del TSE y el gobierno 2) hacer crecer la fraseología del fraude.
La estrategia de esta eventual fase es evitar a toda costa la transición pacífica del gobierno, del que sale y del que entra en funciones a partir del mes de junio. Buscan incisivamente en esta etapa el vacío de poder para aprovecharse, dispersando el poder social y capitalizando el poder político.
De lograr montar esta matriz en esta fase postelectoral, activarían inmediatamente la tercera fase que es “El Golpe Blando” a partir de instalar un gobierno paralelo como aseguró hacer el excandidato de la derecha Norman Quijano.
Este fin de semana se realizó una concentración de miles de militantes y simpatizantes del partido de izquierda que por segunda ocasión gana las presidenciales llevando ahora a un ex comandante de la ex guerrilla, Salvador Sánchez Cerén.
Sin embargo, el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), otrora organización de los temibles Escuadrones de la Muerte (Dead Squads) en el conflicto armado de los años 80 y actual representante del poder económico, se niega a respetar los resultados. Alude a un supuesto “fraude electoral” y activa la segunda fase del plan denominado “administración de crisis y guerra integral de marketing político”. Exige a la corte nacional la anulación de los comicios.
La matriz operativa de esta guerra psicológica en proceso consiste en profundizar el uso de símbolos, manipulación tele estratégica y de desinformación, manifestaciones de calle controladas en etapas, esto con el fin de llegar a trastocar masivamente los instintos primarios de la población, miedo, estrés, incertidumbre para dirigir dispersión. El fin último es generar crisis política y social en el contexto postelectoral.
La decisión de introducir estos elementos de desestabilización fue tomada el mismo día de la jornada electoral del pasado 9 de marzo cuando ARENA reconoció como “exitosa” la estrategia de su principal asesor, el venezolano Juan José Rendón, aplicada previo a la segunda vuelta de las elecciones, que consistió en guerra psicológica como tipología de cuarta generación, diversas acciones de fraude larvario y compra masiva de votos por parte de la derecha.
La narrativa del discurso de ARENA se basa en profundizar la mentira de “fraude electoral”. Repetirla insaciablemente en medios de comunicación masiva, actos políticos frente al lugar donde sesiona el Tribunal Supremo Electoral (TSE), calles importantes de la capital San Salvador y cierre de carreteras, acompañada de proyectiles emocionales como “uso de la fuerza armada”, simbiosis entre los conceptos “Venezuela y el FMLN”, “las maras (pandillas) votaron”, “movimiento SOS” (símil de la oposición venezolana) en un claro objetivo de deslegitimar el proceso democrático de las elecciones y que “la sociedad” les dé un cheque en blanco para sus acciones que pueden ser violentas como las registradas en las inmediaciones de Ilopango en la zona conurbana de la capital San Salvador con barricadas y quema de llantas.
En tanto, sus tácticas van hilvanadas sistemáticamente hacia generar y promocionar un clima de malestar en la población y la búsqueda de la “desobediencia civil”. Los medios afines ya montaron los conceptos en sus plataformas: coberturas en vivo, declaraciones de dirigentes y miembros de ARENA, programas especiales con “votantes”, campañas publicitarias adversas al gobierno del cambio.
Asimismo los dirigentes de derecha recurren a plataformas internacionales para el manejo de la opinión pública. La Cadena CNN ya declara en sus entregas informativas (desinformativas) como “movimiento de oposición” a las acciones de calle del partido ARENA dándole un matiz “civil”, sin considerar que son los militantes de ese partido y personas movilizadas con pagos de 10 dólares al día como han revelado algunos medios honestos de comunicación locales.
También logran penetrar en las agencias de información como la española EFE y la francesa AFP. En algunos de sus titulares de esta semana montaron el eje discursivo “tensión y crisis”. Por ejemplo, EFE sostuvo que “El ente electoral salvadoreño dice que la revisión voto por voto sería excepcional”, titular que contrasta con las declaraciones de los funcionarios del TSE que no dan pie a especulaciones y con base en la ley aseguran es improcedente el recuento de votos. Este titular de EFE genera desinformación.
Y por su parte, la agencia francesa AFP titula “Crece la tensión en El Salvador ante la petición de la derecha de anular las elecciones”, titular que da una visión de inestabilidad política que embona con la burbuja de mostrar a nivel internacional un país en crisis.
Estos titulares se masificaron en los medios de comunicación regionales como en la cadena Univisión, diarios como El Tiempo de Venezuela, El Reforma de México, El Mercurio de Chile y Ecuador, El Espectador de Colombia y la Nación de Argentina, entre muchos otros dentro y fuera de El Salvador.
En las redes sociales, ARENA ha montado tres plataformas: avvaz.org que se dedica a captar firmas de adherentes (publicitan 100 mil) que exigen al TSE y a la Fiscalía el recuento de votos en una primera etapa y en una segunda la nulidad de las elecciones, además de equiparar a El Salvador con la situación actual de Venezuela, en un intento de arquitectura del consenso y manipulación de la opinión pública.
En la red social de Facebook aparece, en los espacios publicitarios, una encuesta titulada Elecciones en El Salvador ¿Crees que hay fraude electoral? Hasta el día de hoy, según los datos publicados allí, es “abrumadora” la respuesta del “Sí”. Hay que tomar en cuenta que esa información allí vertida es administrada por quien paga la publicidad.
La tercera plataforma se llama In the name of El Salvador Sánchez Cerén Salí dedicada a desinformar en los idiomas inglés y español para alcanzar audiencias nacionales e internacionales y con ello levantar una burbuja de opinión pública adversa al FMLN.
El pasado 23 de noviembre, los partidos de derecha en Latinoamérica UPLA se reunieron en San Salvador en uno de sus encuentros anuales. Trascendió que entre los temas centrales fue darle el espaldarazo a Norman Quijano y buscar por todos los medios evitar que la izquierda siga gobernando en El Salvador. Los anfitriones centrales de ese evento fueron Norman Quijano y los expresidentes Armando Calderón Sol y Alfredo Cristiani.
Esta reunión coincide con los resolutivos del Congreso de la UPLA en 2009 en Venezuela de buscar aplicar la tesis de “golpe blando” en Latinoamérica contra gobiernos progresistas democráticamente electos.
Por otra parte, se han registrado la activación de los “troles desinformativos”. Han aparecido mensajes en las redes sociales de supuestas “estructuras del FMLN” que “están dispuestas a enfrentarse a la derecha”, en una clara manipulación y generación de escenarios de inestabilidad. Los troles operan en oficinas clandestinas y laboratorios de guerra sucia que fueron instalados durante la campaña electoral por ARENA. Buscan montarle una matriz de “violencia” al partido de izquierda y justificar acciones de enfrentamiento en las calles.
Además, los troles bloquearon por un breve tiempo la cuenta de twitter del TSE, mientras generan campañas en las mismas plataformas para montar un escenario de crispación social, buscando replicar mediáticamente el uso de la desinformación en Venezuela.
En el último día del escrutinio final del TSE, el candidato de la derecha Norman Quijano llamó a manifestaciones “masivas y pacíficas”, contradictoriamente negando ser el promotor de las actividades, superponiendo el vector conceptual de “manifestaciones espontáneas”, esto en el marco de la táctica “conflictos de calle” que consiste imponer agenda política y mediática, minimizar el protagonismo de las instituciones TSE, Fiscalía y gobierno y abrir eventualmente la puerta a la violencia.
Se trata de crear un escenario de la desestabilización administrada. Juegan en dos bandas, fuera de la legalidad y dentro de ella. Rompen la mesa de conteo como sucedió dos días después de las elecciones y luego al día siguiente regresan mientras llaman a manifestaciones simbólicas que van desde misas callejeras, promoción de un movimiento juvenil global llamado SOS, cacerolazos, banderas nacionales en alto y, con ello, ganar tiempo en medio de la generación de crisis política para que no se proclame formalmente la fórmula del FMLN.
Las manifestaciones de la derecha podrían subir de tono en los próximos días. Exigen la nulidad de las elecciones y reclaman inconsistencia en al menos 20.000 votos. Entraría la fase de buscar quebrar el orden institucional como perspectiva inmediata de la derecha. No la descartan si no es hasta lograr el objetivo de anular las elecciones.
Este escenario incluye piquetes o tomas de calles, instituciones o lugares simbólicos con barricadas, fogones y una narrativa de la “desobediencia”. Escalar el conflicto creado y promover dos mentiras centrales: 1) que la crisis es producto del TSE y el gobierno 2) hacer crecer la fraseología del fraude.
La estrategia de esta eventual fase es evitar a toda costa la transición pacífica del gobierno, del que sale y del que entra en funciones a partir del mes de junio. Buscan incisivamente en esta etapa el vacío de poder para aprovecharse, dispersando el poder social y capitalizando el poder político.
De lograr montar esta matriz en esta fase postelectoral, activarían inmediatamente la tercera fase que es “El Golpe Blando” a partir de instalar un gobierno paralelo como aseguró hacer el excandidato de la derecha Norman Quijano.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
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