Opinión
El Estado totalitario israelí
El masivo operativo militar israelí Borde Protector representa un peldaño más de la guerra total contra el pueblo palestino. No sólo por su envergadura bélica bajo su sofisticado complejo militar nuclear de quinta generación, sino por su acción articuladora de todos los mecanismos políticos y económicos utilizados y orientados a consolidar el Estado hebreo de corte terrorista.
Medios de desinformación occidentales, declaraciones de las embajadas israelíes en todo el mundo justificando los 1, 100 objetivos militares en la franja de Gaza donde han sido masacrados niños, tardías y tibias declaraciones del Consejo de Seguridad de la ONU, apoyo irrestricto de Estados Unidos e Inglaterra, recrudecimiento del bloqueo económico y humanitario y la abominable aplicación de la doctrina Netanyahu dispersión-aniquilamiento-dispersión, son el arsenal de la nueva escalada militarista en Oriente Próximo.
Burlando el derecho internacional, Israel aprieta el gatillo balístico de primer impacto, alista el reclutamiento de 40.000 reservistas y prepara eventuales movimientos terrestres en Gaza, un territorio que no le pertenece. El fin de esta operación se concibe en lograr dispersar a la población palestina, ubicar objetivos humanos y logísticos por destruir y hacerlo, y finalmente repoblar en un estrecho territorio a los civiles palestinos que sobrevivan. Se trata de un totalitarismo renovado.
¿Qué es un totalitarismo y cómo se distingue de otras formaciones políticas? El totalitarismo es un Estado de guerra, busca expandir sus dominios a base de la fuerza, usa el poder de forma autoritaria y viola legalidades propias o internacionales en función de sus intereses. Sus mecanismos se alimentan de la industria bélica, la manipulación mediática con uso de la desinformación y la lamentablemente adhesión de la mayor parte de su población. Veamos. En el año 2004, la Corte Internacional de la Haya emitió un fallo para la cancelación de un gigantesco muro que hoy en día mantiene, en zonas desoladas, a la población palestina a lo largo de Cisjordania. El entonces ministro de Justicia, Josef Lapid, declaró a medios internacionales que Tel Aviv "no cumpliría las recomendaciones del tribunal". Un Estado totalitario no respeta el orden de justicia universal.
Una década antes, en 1993, Israel firmó los Acuerdos de Oslo, vehementemente patrocinados por Estados Unidos, su aliado incondicional. Tampoco los respetó pese a que le garantizaba tanto encubrir su larvario crecimiento territorial en detrimento del territorio palestino como la carnicería que habían sumado con miles de palestinos desde los años 70. "El proceso de Paz-Oslo" se convirtió inmediatamente en la anexión de Jerusalén, Cisjordania en un 75% y 40% de Gaza, realizando la criminal suma de 96 intervenciones militares de 1993 a 1995. Un Estado expansionista. Israel ha mantenido encarcelados a miles de presos políticos palestinos, ha controlado el suministro de agua y alimentos a las zonas del territorio palestino. Impide la ayuda humanitaria. Con estas "medidas necesarias" para consolidar el 'Proceso de paz', Israel se arroga el derecho de llevar adelante la campaña contra el "terrorismo islámico", un código lingüístico de fabricación israelí para caracterizar a los palestinos. Uso de la desinformación.
El sistema doctrinario y sistemático en los medios incluyó la falsa contraposición árabe-occidente o cristianismo-islamismo, conceptos manipulados ideológicamente como 'excluyentes', pero facilitadores para acabar con los oponentes a la paz de los sepulcros. Los ideólogos israelíes llamaron "terroristas" a todo aquel que formaba parte de la resistencia árabe y se ha llevado a cabo una guerra sistemática para imponer la voluntad de Tel Aviv al costo que sea, incluso el aniquilamiento de toda esperanza de paz. Con ello, el estridente golpeteo de los cañones de guerra. Israel es uno de los mayores productores de armas convencionales y sofisticadas.
La Industria Militar Israelí es considerada como la mayor de fabricación masiva en occidente después de Estados Unidos; sus armas más conocidas son: la letal Uzi, el fusil de Asalto Galil, la ametralladora ligera Negev, el sistema de lanzadores de misiles Delilah, entre otras armas de destrucción masiva, nucleares, químicas y biológicas. Las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI) son las más pertrechadas y entrenadas con tácticas extremas para matar, tácticas de contrainsurgencia, tortura y destrucción anímica de oponentes. Se trata de un ejército de ocupación neocolonial.
Las empresas militares privadas de mayor penetración en el mundo son israelitas como Alfacom, Security and Intelligence Advising, Silver Shadow, que se dedican a la formación de mercenarios, capacitación militar extrema, uso de todo tipo de armas, preparación en el terreno, inteligencia y espionaje y ocupación militar. El totalitarismo de Israel se consolida. Éste actúa hoy contra la población palestina, pero también desde ahora cualquier país, nación o población, podrían ser víctima del totalitarismo del siglo XXI.
Medios de desinformación occidentales, declaraciones de las embajadas israelíes en todo el mundo justificando los 1, 100 objetivos militares en la franja de Gaza donde han sido masacrados niños, tardías y tibias declaraciones del Consejo de Seguridad de la ONU, apoyo irrestricto de Estados Unidos e Inglaterra, recrudecimiento del bloqueo económico y humanitario y la abominable aplicación de la doctrina Netanyahu dispersión-aniquilamiento-dispersión, son el arsenal de la nueva escalada militarista en Oriente Próximo.
Burlando el derecho internacional, Israel aprieta el gatillo balístico de primer impacto, alista el reclutamiento de 40.000 reservistas y prepara eventuales movimientos terrestres en Gaza, un territorio que no le pertenece. El fin de esta operación se concibe en lograr dispersar a la población palestina, ubicar objetivos humanos y logísticos por destruir y hacerlo, y finalmente repoblar en un estrecho territorio a los civiles palestinos que sobrevivan. Se trata de un totalitarismo renovado.
¿Qué es un totalitarismo y cómo se distingue de otras formaciones políticas? El totalitarismo es un Estado de guerra, busca expandir sus dominios a base de la fuerza, usa el poder de forma autoritaria y viola legalidades propias o internacionales en función de sus intereses. Sus mecanismos se alimentan de la industria bélica, la manipulación mediática con uso de la desinformación y la lamentablemente adhesión de la mayor parte de su población. Veamos. En el año 2004, la Corte Internacional de la Haya emitió un fallo para la cancelación de un gigantesco muro que hoy en día mantiene, en zonas desoladas, a la población palestina a lo largo de Cisjordania. El entonces ministro de Justicia, Josef Lapid, declaró a medios internacionales que Tel Aviv "no cumpliría las recomendaciones del tribunal". Un Estado totalitario no respeta el orden de justicia universal.
Una década antes, en 1993, Israel firmó los Acuerdos de Oslo, vehementemente patrocinados por Estados Unidos, su aliado incondicional. Tampoco los respetó pese a que le garantizaba tanto encubrir su larvario crecimiento territorial en detrimento del territorio palestino como la carnicería que habían sumado con miles de palestinos desde los años 70. "El proceso de Paz-Oslo" se convirtió inmediatamente en la anexión de Jerusalén, Cisjordania en un 75% y 40% de Gaza, realizando la criminal suma de 96 intervenciones militares de 1993 a 1995. Un Estado expansionista. Israel ha mantenido encarcelados a miles de presos políticos palestinos, ha controlado el suministro de agua y alimentos a las zonas del territorio palestino. Impide la ayuda humanitaria. Con estas "medidas necesarias" para consolidar el 'Proceso de paz', Israel se arroga el derecho de llevar adelante la campaña contra el "terrorismo islámico", un código lingüístico de fabricación israelí para caracterizar a los palestinos. Uso de la desinformación.
El sistema doctrinario y sistemático en los medios incluyó la falsa contraposición árabe-occidente o cristianismo-islamismo, conceptos manipulados ideológicamente como 'excluyentes', pero facilitadores para acabar con los oponentes a la paz de los sepulcros. Los ideólogos israelíes llamaron "terroristas" a todo aquel que formaba parte de la resistencia árabe y se ha llevado a cabo una guerra sistemática para imponer la voluntad de Tel Aviv al costo que sea, incluso el aniquilamiento de toda esperanza de paz. Con ello, el estridente golpeteo de los cañones de guerra. Israel es uno de los mayores productores de armas convencionales y sofisticadas.
La Industria Militar Israelí es considerada como la mayor de fabricación masiva en occidente después de Estados Unidos; sus armas más conocidas son: la letal Uzi, el fusil de Asalto Galil, la ametralladora ligera Negev, el sistema de lanzadores de misiles Delilah, entre otras armas de destrucción masiva, nucleares, químicas y biológicas. Las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI) son las más pertrechadas y entrenadas con tácticas extremas para matar, tácticas de contrainsurgencia, tortura y destrucción anímica de oponentes. Se trata de un ejército de ocupación neocolonial.
Las empresas militares privadas de mayor penetración en el mundo son israelitas como Alfacom, Security and Intelligence Advising, Silver Shadow, que se dedican a la formación de mercenarios, capacitación militar extrema, uso de todo tipo de armas, preparación en el terreno, inteligencia y espionaje y ocupación militar. El totalitarismo de Israel se consolida. Éste actúa hoy contra la población palestina, pero también desde ahora cualquier país, nación o población, podrían ser víctima del totalitarismo del siglo XXI.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
comentarios