'Brujas de la Noche', las aviadoras rusas que hicieron temblar a los alemanes
Este 9 de mayo se cumplen 71 años de la victoria sobre la Alemania nazi, un buen motivo para recordar a los héroes y a las heroínas que sacrificaron sus vidas para que pudiéramos tener un futuro mejor.
Entre los combatientes más valientes de la Gran Guerra Patria se distinguen las aviadoras rusas del 46 regimiento de aviación de bombarderos, que volaban por la noche, atacando al enemigo con el motor apagado. Los soldados alemanes, que sufrían un constante acoso por parte de estas jóvenes valientes, las bautizaron 'Nachthexen' o 'Brujas de la Noche'.
Gracias al empeño de Marina Raskova, conocida por su legendario vuelo entre Moscú y Oriente Lejano sin escalas, en octubre de 1941, fue creado el primer regimiento de mujeres aviadoras. El entrenamiento de la división se llevó a cabo en la ciudad de Engels, donde enseñaron a las voluntarias detalles del combate aéreo y el vuelo en equipo, entre otras cosas. 115 chicas entre 17 y 22 años llegaron al frente el 27 de mayo de 1942 y el 12 de junio realizaron el primer vuelo de combate.
Las jóvenes pilotaban los Polikárpov U-2, pequeños biplanos apodados 'kukurúznik' que fueron creados originalmente como aviones de entrenamiento. La avioneta, que prácticamente no era apta para el combate, podía alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h, era muy vulnerable y podría ser derribada con fuego de ametralladora. La cabina de vidrio tampoco podía proteger a las chicas de las balas ni del fuerte viento. Sin embargo, a las aviadoras les gustaban los U-2, porque eran fáciles de maniobrar, además de silencioso, cualidades imprescindibles para sus misiones nocturnas.
Las aviadoras volaban de noche a fin de atacar al enemigo cuando menos se lo esperaba. Al llegar a su objetivo, la piloto desconectaba el motor del avión, planeaba en silencio y soltaba las bombas. En cada viaje cada piloto podía llevar solo 300 kilos de bombas, por lo que las chicas realizaban sus misiones sin llevar paracaídas para poder transportar más bombas. Durante una noche solían efectuar unas 9 salidas y en invierno, cuando las noches eran más largas, el número de vuelos aumentaba hasta 15.
En el transcurso de la guerra el regimiento, bajo el mando de Evdokía Bershanskaia, fue aumentando, pasando de 115 mujeres y 20 aviones a 190 mujeres y 45 aviones. En los combates nocturnos perdieron la vida 32 mujeres. Una de las noches más trágicas en la historia de las 'brujas' fue la del 1 de agosto 1943, cuando los alemanes formaron su grupo de bombarderos nocturnos y sorprendieron desprevenidas a las aviadoras rusas. Aquella noche fueron destruidos 4 aviones rusos a bordo de los cuales viajaban 8 chicas: Ana Visotskaya, Galina Dokutóvich, Evgenia Krútova, Elena Sálikova, Valentina Polúnina, Glafira Kashírina, Sofía Rógova y Evgenia Sukhorúkova.
En el marco de las hazañas de las 'Brujas de la Noche', no hay que olvidarse de la enorme labor del personal técnico de la división. Estas mujeres no solo reparaban la cubierta de las avionetas, que después de las misiones nocturnas parecía un colador, sino que también se dedicaban a fijar bombas (algunas llegaban a pesar unos 100 kilos) bajo de las alas de biplanos (los U-2 no disponían de bodega de bombas). Lo más difícil era trabajar en invierno, cuando el termómetro bajaba hasta los 30 grados bajo cero. Fijar las bombas con los guantes puestos era casi imposible, por lo que las chicas se veían obligadas a actuar sin protegerse las manos, dejándose muchas veces en las bombas trozos de su delicada piel.
A lo largo de la guerra las aviadoras realizaron unos 24.000 vuelos de combate, dejando caer sobre el enemigo alrededor de 3 millones de kilos de bombas. Las legendarias 'brujas' participaron en las batallas por la liberación del Cáucaso, la península de Crimea, Polonia y Bielorrusia. Además de atacar al enemigo, transportaban para los soldados soviéticos municiones, alimentos y medicamentos. Su labor era tan importante, que pilotos nazi que lograron derriban un avión de las 'brujas' fueron galardonados con la Cruz de Hierro, el premio más alto. Una vez lograda la victoria sobre el nazismo, el regimiento de las aviadoras fue disuelto, pero sus hazañas nunca serán olvidadas.
¡Nadie está olvidado, nada está olvidado!
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