"La lucha que no elegimos": Retrata a su esposa combatiendo el cáncer hasta el fin

Yulia Fernández Sánchez

A veces nos tropezamos con historias que no solo no se nos van de la cabeza, sino que nos dejan huella en el alma para siempre. Un día de estos conocí una de tales historias, que me gustaría compartir con ustedes. Se trata de la historia de Angelo Merendino, un fotógrafo estadounidense que registró día a día el desarrollo del cáncer de mama de su esposa Jennifer durante cinco años, hasta su muerte.



Como cuenta el propio Angelo, la primera vez que vio a Jennifer ya supo que ella era la única, que era el amor de su vida. Ella también sintió lo mismo por Angelo y todo prometía ser una bonita historia del amor, como las que solemos ver en las películas… Pero el destino les tenía preparada una broma de muy mal gusto: cinco meses después de su boda a Jennifer le fue diagnosticado cáncer de mama, y entonces se miraron a los ojos y se dijeron: "Estamos juntos, vamos a estar bien".

 


Las nuevas circunstancias no solo no afectaron los sentimientos de los cónyuges, sino que los fortalecieron. Con el objetivo de "humanizar la cara del cáncer", la pareja decidió tomar fotos de las distintas etapas de desarrollo de la enfermedad: de la primera vez que se cortó el pelo por los tratamientos de quimioterapia, bajo los efectos secundarios de las decenas de medicamentos diarios que debía tomar, así como en sus espacios de ocio, que usaba para leer, nadar y soñar.

 

En este emotivo diario fotográfico se aprecia el reto, el miedo, la tristeza y, al mismo tiempo, mucho amor. Y no hablo solo del amor entre marido y mujer, sino del amor por la vida, por las cosas sencillas que muchas veces pasamos por alto en nuestra vida cotidiana.

 


La foto que no se me va de la cabeza es aquella donde Jennifer sopla las velas de la tarta de su 40º y… último cumpleaños. Porque yo, como probablemente muchos de ustedes a cuya familia también tocó este mal, sé cómo se sienten los prójimos sabiendo que, lo más probable, es que estén celebrando el último cumpleaños de su ser querido. Hace 4 años, en agosto, celebramos el último cumpleaños de mi tía, que al cabo de dos meses falleció de sarcoma a los 49 años. Su último cumpleaños fue el día más difícil de mi vida, cuando te esfuerzas por sonreír para brindar todo el apoyo del mundo a la cumpleañera, pero en tu interior estás sollozando y rezando arrodillada ante Dios para que nos conceda aunque sea un par de años que poder compartir con nuestro ser querido. ¿Cómo no llorar al ver esos ojos llenos de lágrimas de quien que está mentalmente despidiéndose de nosotros?

 

El objetivo principal de las imágenes publicadas era mostráselas a la familia, pero antes de morir Jennifer le pidió a su esposo que las compartiera. El fotógrafo cumplió con su promesa, publicando las imágenes en Facebook y la página 'My wife's fight with breast cancer' (‘La lucha de mi mujer contra el cáncer’). Además, en honor a su esposa fallecida, en el sexto aniversario de su matrimonio, Angelo publicó el libro 'La batalla que no escogimos: La lucha de mi esposa contra el cáncer de mama', un trabajo documental muy íntimo en el que retrata con todo lujo de detalles el último año de vida de su esposa.



El cáncer aparece diariamente en las noticias y, quizá, desde estas fotografías —como quería Jennifer— la próxima vez que a un paciente de cáncer le pregunten cómo está, su respuesta contendrá más sabiduría, empatía, comprensión y cariño sincero. 

"Ama cada trocito de las personas de las que estás rodeado", como decía Jennifer Meredino, y no solo cuando se da uno cuenta de que está a punto de perder a tu ser querido.