El encarcelamiento de Lula Da Silva es "un golpe preventivo, un golpe dentro del golpe"
"La sensación política en Brasil es que la democracia en este país ha sido secuestrada", afirma el presentador de 'Cartas sobre la Mesa', Luis Castro, añadiendo que "el reciente proceso electoral tampoco cala en la población brasilera, que desconfía de sus instituciones públicas". Por otra parte, el encarcelamiento del expresidente Lula Da Silva "también ha creado un clima de tensión política", señala.
En opinión de Fabio Luis Barbosa dos Santos, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Sao Paulo, "en Brasil nunca hubo democracia, en el sentido de una participación popular en la política", pero, no obstante, "desde el punto de vista de la institucionalidad establecida, la democracia se atropelló con el golpe de Estado" de 2016 contra Dilma Rousseff. El académico explica que una gran parte de la ciudadanía considera la salida de Rousseff un golpe debido a que "se pretextó un crimen de responsabilidad fiscal donde no hubo un crimen comprobado".
En cuanto al encarcelamiento de Lula Da Silva, señala que "muchos lo interpretan como un golpe preventivo, un golpe dentro del golpe" en el sentido de que previene que el exmandatario, que era el favorito en las elecciones, "participe en la disputa electoral".
Comentando la candidatura de Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), Barbosa dos Santos ha denunciado que este es un político "sumamente violento, agresivo, que reivindica los valores y las prácticas de la dictadura militar".
En opinión de Verónica Goyzueta, periodista y corresponsal de medios internacionales en Sao Paulo, las raíces del ascenso de Bolsonaro residen en las elecciones de 2014. Al día siguiente hubo "un cuestionamiento del candidato perdedor", Aécio Neves, lo cual "fue alimentando este camino, inclusive de crecimiento de Bolsonaro". Muchas personas hablaron de la dictadura y de "no reconocer las elecciones", recuerda Goyzueta. "A partir de ese momento, se construyó todo este proceso hasta lo que pasó en 2016, que es la salida de Dilma", concluye. Al mismo tiempo, la periodista señala que Rousseff "no consiguió gobernar porque tenía una oposición muy fuerte de la oposición".
Antonio Martins, periodista y editor de la web Outras Palavras, subraya que en los gobiernos de Lula Da Silva y de Dilma Rousseff "no hubo reformas estructurales importantes", no obstante, "Brasil vivía un proceso de avances", como, por ejemplo, "una redistribución un poco más amplia de las riquezas". Sin embargo, a partir del golpe, se ha observado un retroceso y un "cambio de orientación" en el país.
"Se entregó la riqueza petrolífera de Brasil; se hizo una contrarreforma de trabajo donde se da a los empleadores enorme ventaja sobre los empleados; se intentó hacer una contrarreforma de la seguridad social; se limitó los gastos sociales del Estado mientras que sigue aumentando el pago de tasas de interés para la élite", denuncia Martins.