¿Dopaje o ultraje?

El escándalo en torno a las acusaciones por supuesto dopaje contra deportistas rusos estalló en 2015 y obligó a muchos de ellos a luchar dos veces por sus medallas: una en las competencias y otra ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.

Pero ahora, cuando parece que Rusia ha vuelto la página de las acusaciones de dopaje del 2015, la prensa occidental ha empezado a informar de que se avecina una nueva tormenta para los competidores de este país.

Los medios hablaron de irregularidades en la base de datos del laboratorio de Moscú que podrían amenazar la participación de los competidores rusos en los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio, así como el Mundial de fútbol de Catar 2022.

El comité de la WADA recomienda apartar a Rusia de las competiciones durante 4 años

Y es que desde Agencia Mundial Antidopaje (WADA) aseguran que hay rastros de archivos borrados en la base de datos rusa. Nadie acusó oficialmente a Rusia, pero pidieron explicaciones sobre las supuestas inconsistencias.

Sin embargo, ninguna de esas noticias tuvo un efecto tan arrollador como las declaraciones de Yuri Ganus, el director general de la Agencia Antidopaje de Rusia (RUSADA) desde agosto de 2017, quien ha mantenido una comunicación muy activa con los medios en las últimas semanas y reconoció que se habían manipulado los resultados de algunos controles antidopaje antes de ser enviados a la WADA. El funcionario no señaló a los culpables, pero dio a entender que era alguien con mucho poder.

¿Quién ha modificado la base de datos de las pruebas antidopaje? ¿Y qué tiene qué ver Grigori Ródchenkov con ello? Véalo, en el documental '¿Dopaje o ultraje?', de RT.