En 1976, España abandonó su última colonia, el Sáhara Occidental dejándola en manos de Marruecos. Sin embargo, 41 años después, el territorio sigue ocupado casi en su totalidad por el Reino marroquí y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) continúa a la espera de la celebración de un referéndum de autodeterminación.
"No se ha producido debido a la obstrucción de Marruecos y debido a que tampoco el Consejo de Seguridad asumió su plena responsabilidad", explica a RT Brahim Ghali, presidente de la RASD, que critica también la "postura de Francia" y su "alienamiento incondicional" con la "política de expansionismo y ocupación" de Marruecos. "Ha sido el defensor incondicional de esa política en el seno del Consejo de Seguridad", añade.
Si esto ocurriese en cualquier otro Estado del mundo, habría denuncias e incluso sanciones. Pero se trata del niño mimado de Francia y España
Respecto a la violación del cese al fuego por parte de Marruecos en Guerguerat, en agosto de 2016, Ghali considera que fue una "provocación premeditada" y que las autoridades marroquíes aprovecharon el conflicto que en ese momento tenían con la Minurso (la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental) para entrar en la RASD. Además, afirma que la ONU no hizo nada frente a la agresión marroquí, por lo que se vieron obligados a frenar el avance de Marruecos.
El presidente de la RASD también califica de "gran triunfo" el dictamen del Tribunal de Justicia europeo que reiteró que el propietario de los recursos del Sáhara Occidental no es Marruecos, sino el pueblo saharaui. "Marruecos siempre ha utilizado el chantaje", explica en referencia a la "amenaza" de Marruecos a la UE de atenerse a las consecuencias de esta decisión. "Ha amenazado y lo ha aplicado. En menos de una semana más de 850 inmigrantes ilegales asaltaron la valla de Melilla", explica.
Por otro lado, Ghali denuncia el sufrimiento del pueblo saharaui y pide responsabilidad al Consejo de Seguridad para poner fin al expansionismo marroquí. "Se agota nuestra paciencia pero el terrorismo no es el ejemplo a seguir por nuestra juventud ni por nuestra sociedad", asegura en relación al riesgo de que un conflicto tan enquistado durante tantos años puede desembocar en un enfrentamiento armado.
Por último, denuncia el "estado de sitio" que sufren los saharauis que se quedaron al otro lado, en el Sáhara Occidental, y asegura que "son víctimas de una reprensión sistemática". En este sentido, asegura que los españoles, los "causantes de esta tragedia", "ven en sus fronteras violaciones sistemáticas de los derechos humanos y no mueven ni un dedo". "Si esto ocurriese en cualquier otro Estado del mundo, habría denuncias e incluso sanciones. Pero se trata del niño mimado de Francia y España", añade.