Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública de México, asegura que en las administraciones anteriores de su país apostaban por "una cultura de la legalidad" en la que las denuncias por actos de corrupción y los involucrados no eran objeto de la debida investigación, mientras que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador aboga por "la cultura de la denuncia" y el Estado mexicano brinda protección a los informantes de presuntas situaciones irregulares.
Esta mujer explica que uno de los objetivos de la Secretaría de la Función Pública de México es "la profesionalización" de los burócratas, para que los servidores públicos cuenten con "una nueva ética" y sean calificados de acuerdo a sus méritos, "no según sus cercanías o lejanías con su jefe" o por "cuestiones ideológicas".
Sandoval detalla que López Obrador está tomando "todas las medidas necesarias" para acabar con "la inmoralidad" y "el derroche" que se encontró cuando llegó al poder en diciembre de 2018, ya que solo en ese año el anterior Gobierno de Enrique Peña Nieto destinó "un 40 % de recursos más en gastos adjetivos y de operación" orientados a sueldos, bonos, viajes de lujo y asesores personales, entre otras partidas.
Andrés Manuel López Obrador ya dijo que su Administración "no puede ser un Gobierno rico con un pueblo pobre", agrega esta doctora en Ciencia Política, quien afirma que el actual Ejecutivo de México lleva a cabo "una ardua lucha" para acabar con "la corrupción estructural" que durante décadas ha afectado a ese país.
"En las administraciones anteriores la corrupción era generalizada", ya que apostaban por "un viejo modelo de desarrollo neoliberal" que fomentaba el auspicio del capital financiero, concluye Irma Eréndira Sandoval.