Aída Garifúlina, cantante de ópera rusa: "En Argentina sentí como si volviera a mi patria; no me imaginaba que la gente me esperara con tantas ganas"

A sus 33 años de edad, Aída Garifúllina es una cantante de ópera consagrada y cuyo nombre es bien conocido para cualquier amante del virtuosismo de la voz. Incluyendo al propio papa Francisco, quien la invitó la pasada Navidad a actuar en el Vaticano sin público, exclusivamente para él, en un concierto transmitido luego en horario de máxima audiencia en la televisión italiana.

La artista cuenta que comenzó a cantar muy temprano y a la edad de cinco años ya había debutado sobre el escenario interpretando jazz. Empezó a aprender canto lírico a los diez, y a los 16, acompañada de su madre, continuó sus estudios en Austria, donde pudo cumplir su sueño de entrar en la Ópera de Viena gracias al concurso Operalia, organizado por Plácido Domingo.

Desde entonces se hizo muy amiga de la leyenda de la ópera, con quien trabaja a menudo. Pero en el transcurso de su carrera llegó a colaborar incluso con estrellas de Hollywood de la talla de Meryl Streep y Hugh Grant, al interpretar un papel en el filme 'Florence Foster Jenkins', de 2016.

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Con la llegada de la pandemia, y a pesar del desgaste emocional que acarrea el autoaislamiento, Aída confiesa que pudo encontrar un valioso tiempo en su apretada agenda para estar con su familia y pensar en sus futuros proyectos.

"Estaba muy contenta de hacerlo tranquilamente: leer, pensar en los papeles que me gustaría interpretar, las arias que me gustaría cantar y preparar el programa para el álbum. Todo eso es muy importante y con todo el ajetreo no se puede disfrutar de ese proceso. Lo haces todo de manera más automática. Pero en este caso me dejé absorber", cuenta.

Y reflexiona que, para encontrar tiempo para cumplir los sueños, "hay que disfrutar de la vida aquí y ahora".

"Si quieres descansar o estás dudando si has elegido bien la carrera, a lo mejor realmente tienes que tomar un tiempo o probar alguna afición y luego esta afición se transformará en tu profesión. Se puede buscar otro camino y no hay que ponerse límites. La vida da muchas oportunidades. Hay que probar y hacer lo que te diga el corazón", resume.

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