La sabia decisión del Banco Central de Rusia, ahora alabada por multitud de críticos

Como apunta Keiser en este nuevo programa, la palabra de origen francés 'sisu' (la cual significa tomar medidas aun cuando la situación está en contra y mostrar resolución y valor frente a la adversidad) debería "ser la cualidad que definiera a un banquero central, porque de lo contrario, estaríamos ante el fin de la economía". "Janet Yellen,  Mark Carney y Mario Draghi no tienen 'sisu'", añade Herbert.

Numerosos críticos del Banco Central de Rusia consideran ahora que la gran subida de los intereses de referencia hasta el 17 por ciento para detener la caída libre del rublo en diciembre de 2014 fue una sabia decisión. "La medida fue considerada extrema, pero si miramos las cosas con retrospectiva, ayudó a estabilizar la divisa y los mercados financieros y a poner las cosas de nuevo en orden", opina Jean-David Haddad, estratega en mercados emergentes de  OTCex-group.

"Elvira Nabiúlina es la banquera central del año. Está clarísimo (...) es la heredera de Paul Volcker", expresa Keiser, añadiendo que "ahora el rublo es una divisa con una tasa de cambio flexible, lo que ha añadido un importante grado de dinamismo a la economía rusa".

"Elvira ignoró los aullidos de las hienas que gritaban en su contra y siguió adelante con sus medidas, mientras en Occidente, con una mera subida de intereses de un cuarto de punto, el pánico se apodera de todo el mundo. Ya hemos contado cómo los gurús de los bonos basura aúllan implorando a Janet Yellen que no suba los intereses y diciendo que no tenía que haber hecho esto o lo otro", indica Herbert.

Según indica Keiser, a diferencia de EE.UU., que ha decidido "centrar más su economía en el petróleo y el gas", Rusia "ha venido diversificando su economía y alejándola un poco del petróleo y el gas, de forma que ahora tiene una economía mucho más dinámica con una enorme base de consumidores y con el sector minorista más importante de Europa".