La solución a la actual inflación y los problemas de suministro no es la imposición de controles de precios, como aseguran algunos medios de comunicación, sino que los bancos centrales dejen de emitir moneda, afirman los presentadores del programa.
"Los precios ya están controlados en el mercado bursátil, con una flexibilización cuantitativa que no deja de tirar de ellos hacia arriba", comenta Stacy, recordando que el año pasado se registraron 70 máximos históricos en el mercado bursátil, que subió un 27 % respecto al 2020.
"En los últimos 40 años, si ha habido un precio que verdaderamente ha estado controlado por parte de las autoridades, ese no ha sido otro que el precio del dinero", agrega Max. En teoría, países como EE.UU. se rigen por un sistema de libre mercado y de libre empresa, y eso "significaría que el precio del dinero (o lo que es lo mismo, los tipos de interés) también cotizaría libremente", continúa. Sin embargo, el Comité Federal de Mercado Abierto estadounidense "se dedica a manipular el precio del dinero en beneficio de sus dueños, que no son otros que los bancos", denuncia.
"El sistema financiero del futuro"
Por otro lado, en cuanto al bitcóin y la decisión del Gobierno de El Salvador de adoptar esa criptodivisa como moneda de curso legal, el invitado de este capítulo, Samson Mow, considera que gracias a esa medida los salvadoreños "podrán acceder a la forma monetaria más dura jamás creada, lo que les permitirá acumular bitcoines, cambiarlos por otra divisa" fiat, así como "utilizar en el presente el sistema financiero del futuro".
Además, el especialista valora que los bonos volcánicos que prevé emitir el Gobierno salvadoreño permitirán que los ciudadanos de a pie del país centroamericano inviertan en dichos títulos. Muchos de los bonos tradicionales requieren una inversión mínima de miles o centenares de miles de dólares, algo que mucha gente no puede permitirse, explica Mow. En cambio, los bonos volcánicos "apenas requieren 100 dólares de inversión mínima", y muchas personas comunes podrán acceder a ellos, contribuyendo así a la prosperidad económica de su nación, concluye.