Brexit: ser o no ser

De momento, lo que está claro es que las encuestas dan una cierta ventaja a los que están a favor de la salida del bloque europeo. Esos sondeos indican, de manera nítida, que una gran parte de la población entiende que el Gobierno de Bruselas es una especie de dictadura y que sus bolsillos lo están notando.

El primer ministro británico, David Cameron, ha negociado un acuerdo provisional con la Unión Europea por el cual no participarían en futuros rescates financieros de otros países, algo que suena a poco solidario. Además, la propuesta de Cameron es tener un poder de veto en contra de la legislación europea con la que no estén de acuerdo; "es decir: si esto me gusta me lo quedo pero, si no me apetece, no", critica Rodríguez Carrasco.

Las voces de alarma

Desde Europa ya se ha lanzado una voz de alarma… y no es para menos. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha expresado su catastrofismo en una entrevista que ha concedido al diario alemán 'Bild': "Como historiador, temo que el 'Brexit' pueda marcar no solamente el inicio de la destrucción de la UE, sino también de la civilización occidental".

De ahí que hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se haya mostrado a favor de que el Reino Unido se mantenga en la Unión Europea.

Sin embargo, esta campaña del miedo no parece haber producido un gran efecto y los políticos que son afines a una salida del bloque comunitario han tendido a llevar esta votación como si fuera un sufragio en contra de los valores establecidos. Lo cierto es que la campaña del miedo hacia el apoyo para salir de la UE también nos deja algunas declaraciones que no ofrecen dudas de que "algo podría estar cambiando en el Reino Unido", sostiene el periodista.

"Una vela a Dios y otra al diablo"

No obstante, el euroescepticismo no solo es una cosa británica. Sondeos del Pew Research Center revelan un malestar creciente con Bruselas en todo el continente que "no es de extrañar", porque los valores que predica la UE "chocan, y mucho, con la realidad", de ahí que la ficha del perfecto euroescéptico británico coincida con la de la mayoría del resto de europeos.

El presentador de 'El Zoom' termina el programa con "serias dudas" de lo que pasará tras el referéndum de este jueves. "Por un lado, veo normal que gran parte de los británicos quieran salir de la UE, un bloque venido a menos y que se diluye, tanto desde el punto de vista moral como ideológico. De todos modos, me gustaría aclarar que los británicos siempre han puesto una vela a Dios y otra al diablo. Quizá sea mejor así: si se van, que se vayan, pero con todas las consecuencias; y si se quedan, que dejen de menospreciar a otros Estados y sean igual de solidarios que otros lo son con ellos".