Esa es una de las conclusiones que el viajero ha sacado de su contacto con los extremistas y sus experiencias en territorios controlados por ellos en Siria e Irak. La lista entera de conclusiones, expuesta en su blog, consta de siete puntos y contiene varios consejos prácticos para los países europeos y Estados Unidos.
1. "Occidente subestima dramáticamente la amenaza que supone el EI", cree el autor alemán. Durante su viaje ha descubierto que los extremistas son "mucho más inteligentes y peligrosos de lo que creen nuestros políticos". Al mismo tiempo su entusiasmo "infeccioso" les hace pensar que son capaces de mover el cielo y la tierra.
2. Todenhöfer pasó dos días en un campamento del EI cerca de la frontera turca y ambas jornadas estuvieron marcadas por la llegada de más de 50 nuevos combatientes de distintas regiones del mundo. Contrariamente a lo que se suele creer, afirma, no todos eran personas fracasadas, sino que, al contrario, muchos habían conseguido éxito profesional y personal. Uno de ellos acababa de pasar sus exámenes en derecho y de ser admitido como abogado en el sistema judicial de su país.
3. El Estado Islámico efectivamente funciona como un estado totalitario típico de Oriente Medio. Y muchos musulmanes sunitas lo aceptan sin resistencia como un mal menor en comparación con la discriminación y la opresión al que estaban sometidos desde Bagdad por el régimen de Al Maliki.
4. El Estado Islámico no solo busca conquistar Oriente Medio y, con el tiempo, el resto del mundo, sino prepara la mayor 'limpieza religiosa' en la historia de la humanidad. Con excepción de las 'religiones de la Escritura' –los cristianos y los judíos– todos los 'infieles' son condenados a muerte y sus mujeres y niños a la esclavitud.
5. El movimiento profesa un tipo de islam rechazado por el 99% de los 1.600 millones musulmanes. "Como cristiano que ha leído el Corán varias veces, no puedo concebir cómo puede uno considerar la doctrina del EI compatible con el islam", dice el bloguero alemán. Sin embargo, compara con un tsunami el efecto que tiene este 1% de musulmanes extremadamente intolerantes.
6. Comentando la ineficacia de los bombardeos como estrategia para combatir el extremismo, el escritor reseña que "solo los árabes sunitas moderados pueden poner fin al Estado Islámico", no Occidente.
"Los tres millones de habitantes de una ciudad como Mosul, por ejemplo, están siendo controlados por 5.000 combatientes del EI", sostiene. "Cualquiera que quisiera eliminarlos con bombas tendría antes que convertir todo Mosul en escombros y matar a miles de civiles".
7. El escritor alemán considera que el EI es la mayor amenaza para la paz en el mundo. Sin embargo, no está dispuesto a exagerar el peligro de atentados terroristas perpetrados por combatientes que abandonan la lucha en Siria e Irak y regresan a sus países de origen, puesto que estos exmilitantes son considerados por el propio movimiento como unos "perdedores".