Se estima que alrededor de 11 millones de estadounidenses están en esa situación, según 'The New York Times'.
Aunque en la mayoría de los casos los estadounidenses de esa categoría sí gozan de algún tipo de beneficios gubernamentales, "a todo lo que ganan los pobres se imponen más impuestos que a las ganancias de los ciudadanos más ricos", de acuerdo con un nuevo análisis realizado por el Instituto de Tributación y Política Económica.
El estudio indica que "en 2015 la quinta parte más pobre de los estadounidenses pagará cerca del 10,9% de sus ingresos en impuestos estatales y locales", mientras que el 1% de los más ricos pagará alrededor del 5,4% en impuestos.
Además, muchas personas de bajos ingresos no están 'bancarizadas', es decir, no recurren a los servicios de entidades financieras, y por lo tanto se ven obligadas a pagar más por gastos de servicios alternativos.
Asimismo, el transporte puede ser otro gasto importante para las familias con recursos limitados. Según algunas estimaciones citadas por 'The New York Times', "estas personas gastan hasta el 42% de su ingreso anual total en el transporte, incluidas las que viven en las zonas rurales".