"Ese anonimato le ha permitido a Ignacio Bárcenas moverse con total libertad y sin el agobio de las cámaras", dice un artículo de 'El Mundo', el periódico que ha desvelado la historia ya en una fase bastante avanzada del escándalo en torno al extesorero del Partido Popular de España.
Mientras su hermano menor, Guillermo, monopolizaba el interés de los medios de comunicación, Ignacio Bárcenas Romera pudo dedicarse al juego, en el cual es lo bastante experimentado para obtener cuantiosos beneficios. Al parecer destinaba parte de sus ganancias a apoyar económicamente a su familia, que según 'El Mundo' estaba "con el agua al cuello" después de que una decisión judicial restringiese a 300 euros al mes su acceso a las cuentas del padre, sospechosas de ser fruto del fraude financiero.
Un hijo de #Bárcenas gana 60.000 euros jugando al póquer en línea //t.co/kUIpHbMMGhpic.twitter.com/LtyIoafwWd— RT en Español (@ActualidadRT) febrero 8, 2015
Antes de la detención del extesorero, Ignacio disfrutaba de un alto nivel de vida, reveló la investigación periodística. En pleno escándalo pudo permanecer en el anonimato, aunque el tribunal lo señaló como posible beneficiario de una transferencia procedente de una cuenta bajo sospecha.
Ni siquiera se había difundido su fotografía y los reporteros gráficos lo tomaban por un chófer. Ignacio mantenía asimismo la discreción en las partidas de póquer. Pero finalmente su nombre salió a la luz porque tuvo que declarar los ingresos obtenidos de esta manera bastante insólita.