Según informa el periódico 'The Wichita Eagle', Abduljaleel Alarbash, que estudiaba ingeniería eléctrica en la Universidad Estatal de Wichita (Kansas, EE.UU.), y su primo estaban trabajando como guardas de seguridad en la mezquita en la ciudad saudita de Dammam. Los jóvenes se habían ofrecido como voluntarios para la iniciativa después del reciente ataque de yihadistas contra otra mezquita en el país.
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Alarbash se alarmó cuando vio a un individuo vestido de negro intentando acceder al edificio. De acuerdo con los medios locales, el atacante detonó un explosivo después de que el joven le impidiera que entrara a la mezquita.
"Salvaron muchas vidas", dice Yagoob Alsarouj, un amigo cercano de Alarbash y recién graduado de su universidad. "Lo que hizo fue un acto desinteresado... es algo de lo que estar realmente orgullosos", añadió.
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Según Preethika Kumar, profesora de Alarbash, el joven, de 22 años, había regresado a Arabia Saudita para casarse y tenía que volver a la universidad en otoño. "No me sorprende que Abduljaleel no dudara en renunciar a su propia vida para salvar la de otras personas", dijo la docente.
El próximo 5 de junio en el campus de la Universidad de Wichita se celebrará una ceremonia para honrar la memoria del joven.