"Si escanea la sala de mi casa, no verá ningún dispositivo electrónico, excepto nuestro termostato, porque queremos mantener la tecnología tan lejos como sea posible", aseguró en una entrevista al 'Financial Times' el ingeniero y diseñador que le vendió a Steve Jobs su visión de un reproductor de música portátil.
Estas declaraciones, en boca de una persona que ha dedicado su carrera a la conectividad y proyectado un futuro en el que Internet estará en todas partes, pueden resultar contradictorias, pero Tony Fadell insistió en que "no encontrará ni un televisor, a menos que presione un botón y salga del piso". En efecto, su casa está dotada de los últimos avances tecnológicos, pero están camuflados para evitar que sus hijos se distraigan.
El gurú tecnológico, que considera que para tener una mente fresca hay que realizar actividades creativas, confesó que "podría encender todas las luces de la casa, escuchar música o controlar el riego del césped en el jardín con tan solo apretar un botón en el iPhone".
Sin embargo, a sus hijos les ha puesto a cargo de un gallinero y un taller totalmente equipado, entre otras cosas. "Mis hijos se han quemado las manos y se han cortado o golpeado mientras arreglaban o construían algo, pero esos golpes les han ayudado a encontrar soluciones a los problemas y creo que es la única forma de que miren al mundo de otra manera", agregó Fadell.
En una sociedad cada vez más invadida con dispositivos electrónicos, varios estudios advierten de que la conectividad puede sustituir a la comunicación humana y que las generaciones futuras se podrían perder en los 'gadgets'. Por su parte, Tony Fadell sostuvo que cada persona es libre de elegir lo mejor para sí, pero hay que estar preparado para cualquier inconveniente e indicó que "mis hijos saben cómo utilizar tanto un 'router' como con una sierra".