Aires de cambio en Corea del Norte: Más coches 'imperialistas' y menos retratos

"Durante los dos años del gobierno del joven líder Kim Jong-un, en el país hay más libertades, más coches y menos retratos", sostiene María Frolova, corresponsal especial de la agencia Ria-Novosti, que ha tenido la posibilidad única de constatar sobre el terreno los cambios que ha experimentado Corea del Norte en los últimos dos años.

 

Los turistas perciben estas diferencias ya desde su entrada en el país, ya que no tienen que dejar sus teléfonos en las cámaras especiales del aeropuerto. Los cambios también afectan a los guías norcoreanos que siempre acompañan a los turistas para que no modifiquen el recorrido previsto. Ahora este control se hizo más flexible, aunque los extranjeros aún no pueden pasear solos por las calles y tienen que pedir permiso para fotografiar.  

 

Pyongyang, la capital del país, tampoco se mantiene al margen de la modernización. The Associated Press, la única agencia internacional de noticias que opera en el país de forma permanente, informa que la ciudad experimenta una gran 'transformación' que se materializa en la construcción de nuevos edificios, tiendas y hasta en réplicas del Big Ben y de la Torre Eiffel. El ritmo de la ciudad ahora está marcado por el aumento del tráfico, en el que destacan coches de marcas 'imperialistas' como 'Mercedes' o 'Volkswagen'. En una de las calles céntricas "se vende Coca-Cola, bombomes de la marca Hershey´s y Doritos", explica la agencia. 


 
La importancia de los cambios en la esfera cultural es comparable a la del lanzamiento del primer satélite norcoreano en el año pasado. A instancias de Kim Jong-un fue creada una nueva banda de música pop llamada Moranbong que compite ya en popularidad con las marchas militares y los himnos oficiales. Las chicas de Moranbong, que a veces llevan vestidos muy cortos, se han convertido en un fenómeno social en el país comunista.

 
Otro rasgo muy significativo de esta ola de cambios es la casi completa ausencia de imágenes oficiales del camarada Kim Jong-un en comparación con el culto de personalidad que promovieron de sus progenitores, Kim Jong-il y Kim Il-sung. El joven mandatario argumenta que, de momento, "sus méritos ante el país son insuficientes". 

Todo eso indica que el joven líder norcoreano, que ha estudiado en Europa, tiene su propia visión del futuro de Corea del Norte, sin que ello signifique tener que renunciar a la herencia ideológica del país.