Sociedad
Un joven venezolano bate un récord de esquí sobre ruedas animado por el sueño olímpico
La pasión por los deportes de invierno se extiende incluso a los países que no cuentan con las condiciones climáticas idóneas para su práctica. Un ejemplo de ello es la fascinación de un joven venezolano por el esquí.
El joven caribeño César Baena, de 27 años de edad, tiene en su bagaje un gran número de méritos y logros. Es el primer suramericano en participar en la copa del mundo de esquí y ya suma tres competiciones de este tipo. La férrea voluntad de este chico hizo que este año batiera su propio récord Guinness tras recorrer la mayor distancia de la historia con esquís de ruedas sobre asfalto.
"Ese era un sueño de niño: poder hacer un récord Guinness, y cuando se me ocurrió esta idea fueron seis años de lucha preparándome", dice César. Aprender a esquiar en el clima venezolano es una tarea que parece más bien imposible. César hizo su primer intento en Alemania, a los 19 años. Esta experiencia le emocionó tanto que abandonó su carrera universitaria y dedicó todo su tiempo a esta pasión. También entrenó en las pistas chilenas y austríacas.
Ahora el joven está preparado para siguientes triunfos. En sus ojos se refleja la llama olímpica, ya que su mayor sueño es participar en los juegos de Sochi 2014, algo que es bastante difícil, ya que César no pasó la prueba de la federación internacional de esquí y además le negaron la llamada 'wild card', que permite a los deportistas que no cumplieron los requisitos tomar parte en los JJ.OO. Sin embargo, no pierde esperanza.
El deseo de formar parte del mayor evento deportivo que reúne a personas de todo el mundo fue tal que César decidió acudir directamente al presidente Vladímir Putin. Alega que el futuro del esquí nórdico de Venezuela depende de lo flexible que puedan ser las normas de participación en los JJ.OO. de Sochi.
La experiencia no le falta a este deportista, pero lo que sí necesita es apoyo financiero. No obstante, las dificultades económicas se hacen menos sustanciales cuando uno cuenta con tanto cariño de sus familiares.
"Que continúe, como se dice [...], que 'no se quede en el aparato', porque hay que luchar para lograr un propósito en todos los aspectos de la vida", dice Graciela, la abuela del deportista.
Durante una etapa de la copa del mundo en su modalidad, César ya tuvo la oportunidad de sentir bajo sus pies la nieve rusa en las pistas olímpicas de Sochi. César hace todo que está en su mano para hacer que su sueño se convierta en realidad. Y mientras en sus ojos siga brillando la llama olímpica, el esquí nórdico en Venezuela seguro que tiene futuro.
"Ese era un sueño de niño: poder hacer un récord Guinness, y cuando se me ocurrió esta idea fueron seis años de lucha preparándome", dice César. Aprender a esquiar en el clima venezolano es una tarea que parece más bien imposible. César hizo su primer intento en Alemania, a los 19 años. Esta experiencia le emocionó tanto que abandonó su carrera universitaria y dedicó todo su tiempo a esta pasión. También entrenó en las pistas chilenas y austríacas.
Ahora el joven está preparado para siguientes triunfos. En sus ojos se refleja la llama olímpica, ya que su mayor sueño es participar en los juegos de Sochi 2014, algo que es bastante difícil, ya que César no pasó la prueba de la federación internacional de esquí y además le negaron la llamada 'wild card', que permite a los deportistas que no cumplieron los requisitos tomar parte en los JJ.OO. Sin embargo, no pierde esperanza.
El deseo de formar parte del mayor evento deportivo que reúne a personas de todo el mundo fue tal que César decidió acudir directamente al presidente Vladímir Putin. Alega que el futuro del esquí nórdico de Venezuela depende de lo flexible que puedan ser las normas de participación en los JJ.OO. de Sochi.
La experiencia no le falta a este deportista, pero lo que sí necesita es apoyo financiero. No obstante, las dificultades económicas se hacen menos sustanciales cuando uno cuenta con tanto cariño de sus familiares.
"Que continúe, como se dice [...], que 'no se quede en el aparato', porque hay que luchar para lograr un propósito en todos los aspectos de la vida", dice Graciela, la abuela del deportista.
Durante una etapa de la copa del mundo en su modalidad, César ya tuvo la oportunidad de sentir bajo sus pies la nieve rusa en las pistas olímpicas de Sochi. César hace todo que está en su mano para hacer que su sueño se convierta en realidad. Y mientras en sus ojos siga brillando la llama olímpica, el esquí nórdico en Venezuela seguro que tiene futuro.
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