Sociedad
Una nueva 'app' permite escuchar conversaciones telefónicas ajenas
Ahora no solo la NSA tiene la posibilidad de interceptar las llamadas telefónicas. La nueva aplicación para móvil Crowdpilot potencialmente permite a cualquier persona escuchar conversaciones ajenas sin informar a uno de los abonados.
La aplicación, desarrollada por la diseñadora y programadora neoyorquina Lauren McCarthy, permite "invitar a amigos o a desconocidos a escuchar cualquier interacción social o a participar en ella", como se dice en su descripción oficial. En realidad eso significa que el sistema permite a un tercer usuario escuchar una conversación telefónica informando de ello solo a uno de los interlocutores. El objetivo sería obtener consejo de terceras personas a la hora de hablar por teléfono sobre cuestiones delicadas. Estas situaciones pueden ser discusiones, primeras citas telefónicas o incluso conversaciones familiares.
Los 'ayudantes' los elige el mismo abonado y pueden ser amigos de Facebook, usuarios totalmente desconocidos o incluso 'expertos' que cobran 0,99 dólares por su asesoramiento, informa el periódico 'Daily Mail'. La aplicación les permite escribir mensajes o incluso hablar con el usuario a espaldas de su interlocutor.
El 'espía' se incorpora a la conversación sin prevenir a la persona llamada: es el equivalente moderno a descolgar un segundo auricular mientras alguien está hablando por teléfono.
La aplicación puede generar dudas éticas sobre la privacidad. McCarthy recomienda a los usuarios de su 'app' que adviertan a todos los participantes en la conversación telefónica de que van a ser escuchados, pero indica que hacerlo es su propia decisión.
La desarrolladora añade que la aplicación es un experimento social y que el proyecto no le va a proporcionar ningún beneficio económico.
Los 'ayudantes' los elige el mismo abonado y pueden ser amigos de Facebook, usuarios totalmente desconocidos o incluso 'expertos' que cobran 0,99 dólares por su asesoramiento, informa el periódico 'Daily Mail'. La aplicación les permite escribir mensajes o incluso hablar con el usuario a espaldas de su interlocutor.
El 'espía' se incorpora a la conversación sin prevenir a la persona llamada: es el equivalente moderno a descolgar un segundo auricular mientras alguien está hablando por teléfono.
La aplicación puede generar dudas éticas sobre la privacidad. McCarthy recomienda a los usuarios de su 'app' que adviertan a todos los participantes en la conversación telefónica de que van a ser escuchados, pero indica que hacerlo es su propia decisión.
La desarrolladora añade que la aplicación es un experimento social y que el proyecto no le va a proporcionar ningún beneficio económico.
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