Sociedad
Nicaragua, en camino a la paridad completa entre hombres y mujeres
El Gobierno de Nicaragua ha convocado una marcha contra la violencia hacia las mujeres. El Estado no ha logrado reducir los crímenes de género a pesar de la ley que castiga con la condena máxima el feminicidio.
A pesar de la complicada situación, las mujeres nicaragüenses demuestran que no son el sexo débil.
Esta noción forma ya parte del pasado.
Las mujeres nicaragüenses se imponen en la política y gestión de su propio país, según reflejan los datos del avance de la paridad en la nación centroamericana.
Ahora Nicaragua encabeza la clasificación mundial de órganos directivos con mayor participación de mujeres: fiscal general de la República, jefa de la policía, presidenta de la Corte Suprema de Justicia. Todos esos cargos claves ahora los copan las mujeres.
“Una de las partes esenciales de la programática del Gobierno es que aquí tenemos que compartir el poder y el poder se comparte entre hombres y mujeres y que las mujeres deben ser protagonistas. Protagonistas desde la comunidad, en la oficina, en los ministerios, en cualquier lugar la mujer tiene que ser protagonista y es así como se ha ido promocionando y promoviendo la participación de las mujeres”, contó Martha Marina González, presidenta de la Comisión de Asuntos de la Mujer, Juventud, Niñez y Familia.
De hecho, en el Parlamento nicaragüense la representación femenina se acerca a la mitad, situándose en el 42%.
En total, casi una tercera parte de los cargos directivos del país los ocupan mujeres. Aquello de estar al margen forma ya parte del pasado, según afirman las protagonistas de este cambio.
“Creo que todas las mujeres nos inspiramos. Cuando veo a una compañera que está saliendo de la academia y está de pie, embarazada, cuidando el portón, digo verdaderamente: 'Bueno, ella también me inspira'. Creo que es una cadena de inspiración que nos damos todas las mujeres de policía”, comentó Aminta Granera, directora general de la Policía Nacional.
Recientemente también se ha aprobado un cambio constitucional para conseguir la participación equitativa del 50% de hombres y mujeres en todos los cargos de elección popular. Parece que los hombres están encantados con el liderazgo de ellas.
Aquí están algunas de las respuestas obtenidas entre la población:
Pero sería erróneo creer que el camino de las mujeres en Nicaragua es un camino de rosas. Aún queda demasiado por hacer y tienen que luchar contra una lacra social.
“No podemos obviar ni vamos a ocultar porque tengamos gran cantidad de mujeres en los distintos cargos en todos los poderes del Estado, que no haya machismo, si en lo que va del año 21 mujeres han muerto víctimas de la violencia machista y eso es indicativo de que aquí hay violencia contra las mujeres, que hay violencia en el seno familiar”, resaltó Martha Marina González.
Para poner coto a ese problema actualmente se trabaja con jueces, abogados y fiscales. Además, se están impulsando nuevos grupos policiales para erradicar la violencia contra la mujer. Y la mayoría de políticos coincide: el paso hacia la plena igualdad es un proceso que no admite regresiones.
Así, conquistando su espacio en política y cargos públicos, las nicaragüenses han demostrado, no solo que se puede competir con los hombres de igual a igual por los puestos más importantes de responsabilidad y lograr una mayor presencia femenina en el poder, sino también que la palabra machismo debe considerarse obsoleta y que hoy en día Nicaragua tiene rostro de mujer.
Esta noción forma ya parte del pasado.
Una de las partes esenciales de la programática del Gobierno es que aquí tenemos que compartir el poder y el poder se comparte entre hombres y mujeres y que las mujeres deben ser protagonistas
Las mujeres nicaragüenses se imponen en la política y gestión de su propio país, según reflejan los datos del avance de la paridad en la nación centroamericana.
Ahora Nicaragua encabeza la clasificación mundial de órganos directivos con mayor participación de mujeres: fiscal general de la República, jefa de la policía, presidenta de la Corte Suprema de Justicia. Todos esos cargos claves ahora los copan las mujeres.
“Una de las partes esenciales de la programática del Gobierno es que aquí tenemos que compartir el poder y el poder se comparte entre hombres y mujeres y que las mujeres deben ser protagonistas. Protagonistas desde la comunidad, en la oficina, en los ministerios, en cualquier lugar la mujer tiene que ser protagonista y es así como se ha ido promocionando y promoviendo la participación de las mujeres”, contó Martha Marina González, presidenta de la Comisión de Asuntos de la Mujer, Juventud, Niñez y Familia.
De hecho, en el Parlamento nicaragüense la representación femenina se acerca a la mitad, situándose en el 42%.
En total, casi una tercera parte de los cargos directivos del país los ocupan mujeres. Aquello de estar al margen forma ya parte del pasado, según afirman las protagonistas de este cambio.
“Creo que todas las mujeres nos inspiramos. Cuando veo a una compañera que está saliendo de la academia y está de pie, embarazada, cuidando el portón, digo verdaderamente: 'Bueno, ella también me inspira'. Creo que es una cadena de inspiración que nos damos todas las mujeres de policía”, comentó Aminta Granera, directora general de la Policía Nacional.
Recientemente también se ha aprobado un cambio constitucional para conseguir la participación equitativa del 50% de hombres y mujeres en todos los cargos de elección popular. Parece que los hombres están encantados con el liderazgo de ellas.
Aquí están algunas de las respuestas obtenidas entre la población:
- “Yo por lo menos personalmente estoy de acuerdo en que las mujeres deben participar en todos los ámbitos de la política nacional”.
- “En ese aspecto estamos mucho más avanzados que muchos países y el nivel que hemos adquirido de esa participación de las mujeres con los varones es bueno”.
- “Es bastante bueno que les dejen participación a ellas, porque solo le daban a hombres antes y es bueno que las metan en la cuenta de la participación”.
Los problemas que queda por resolver
Pero sería erróneo creer que el camino de las mujeres en Nicaragua es un camino de rosas. Aún queda demasiado por hacer y tienen que luchar contra una lacra social.
“No podemos obviar ni vamos a ocultar porque tengamos gran cantidad de mujeres en los distintos cargos en todos los poderes del Estado, que no haya machismo, si en lo que va del año 21 mujeres han muerto víctimas de la violencia machista y eso es indicativo de que aquí hay violencia contra las mujeres, que hay violencia en el seno familiar”, resaltó Martha Marina González.
Para poner coto a ese problema actualmente se trabaja con jueces, abogados y fiscales. Además, se están impulsando nuevos grupos policiales para erradicar la violencia contra la mujer. Y la mayoría de políticos coincide: el paso hacia la plena igualdad es un proceso que no admite regresiones.
Así, conquistando su espacio en política y cargos públicos, las nicaragüenses han demostrado, no solo que se puede competir con los hombres de igual a igual por los puestos más importantes de responsabilidad y lograr una mayor presencia femenina en el poder, sino también que la palabra machismo debe considerarse obsoleta y que hoy en día Nicaragua tiene rostro de mujer.
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