Una monja embarazada come helado e impacta a la sociedad
Vestida con su hábito tradicional y con la cabeza cubierta, una monja mira un helado sin poder resistir la tentación. Su extraña mirada no asombra, lo llamativo de la imagen es que la monja está embarazada.
Los fieles católicos respiran con alivio cuando descubren que no se trata de un nuevo escándalo de abuso sexual en sus congregaciones, sino de una simple publicidad de helados, que ya causó un vendaval de críticas tanto entre religiosos como laicos. El eslogan del controvertido cartel explica el por qué de la elección de una imagen tan singular: ”Concebido inmaculadamente”, un juego de palabras que insinúa uno de los misterios bíblicos, la Inmaculada Concepción.
La marca de helados británica Antonio Federici publicó este anuncio en las revistas The Lady y Grazia, con miras a colocarlo posteriormente en las calles londinenses. Las ambiciones publicitarias de los heladeros, sin embargo, fueron detenidas por la indignación expresada por numerosos lectores.
La Advertising Standards Authority (ASA), que regula la publicidad en el Reino Unido, prohibió la instalación de dichos carteles en las cercanías de la Abadía de Westminster, en Londres, porque consideró que estos se burlaban de los católicos.
La empresa Antoni Federici defendió su concepto y dijo que la única intención del póster era “ser chistoso”. Dijeron que usaron este “humor suave” para transmitir el mensaje de que “el helado es nuestra religión”.
Ahora, ante la avalancha de críticas, la empresa insiste en seguir provocando a los fieles con sus sátiras publicitarias y en desafiar la prohibición de la ASA. Una portavoz anunció que continuarían con el tema con otro rótulo similar que será lanzado durante la visita del Pontífice a la capital inglesa. “Estamos en proceso de asegurarnos que habrá una serie de carteles a lo largo de la ruta prevista para el Papa rumbo a la Catedral de Westminster.”
Por su parte, un portavoz de la ASA respondió que las resoluciones de la entidad deben ser respetadas y que tomarán todas las medidas para impedir la colocación del escandaloso anuncio.
Benedicto XVI arribó hoy al Reino Unido donde permanecerá por cuatro días. Se espera que el viernes ofrezca una misa en la Abadía de Westminster.