Sociedad
Manos y cerebros se fugan de EE. UU.
EE. UU. pierde la carrera global por talentos. Manos y cerebros se fugan a China. A esta conclusión llegaron magnates estadounidenses, quienes demandan que el Gobierno simplifique la legislación migratoria. Si no, el futuro del país está en peligro.
La Asociación para la Nueva Economía de EE. UU. (The Partnership for a New American Economy), la coalición estadounidense de líderes empresariales publicó esta semana un informe donde acentúa que el país está perdiendo la lucha por atraer a científicos, especialistas y comerciantes. Ellos prefieren otros destinos, China entre ellos. La situación se agrava debido a que los inmigrantes talentosos que ya están en ese país se ven obligados a irse.
Es el caso de Venna Muthasamy, de 27 años, hija de inmigrantes indios. Va a volver a su país para tratar de establecer una organización sin fines de lucro que promueva la vida sustentable. Pese a ser licenciada en Geografía Ambiental y Políticas Públicas, desde hace cuatro años no puede conseguir un trabajo seguro en EE. UU.
“Al empezar a presentarme para empleos, simplemente no recibía respuesta alguna”, dice. “Estaba totalmente perdida, sin saber qué hacer. Literalmente, nadie me respondía. Ni siquiera para dar las gracias por la solicitud. No me respondía ninguna organización en absoluto”, cuenta.
Otra razón por la que decidió dejar el país es que no quiere que sus hijos sufran el mismo destino de recibir una buena educación y no poder aplicarla en ningún lugar.
Karan Aneja, otro ciudadano estadounidense de origen indio, intenta hacer realidad su sueño profesional en su país por no haber podido lograrlo en la 'tierra prometida' de EE. UU. Siendo graduado de una de las universidades de California, Aneja pudo establecer en Nueva Delhi una empresa que concede asistencia médica a gente de cualquier edad.
“Yo siempre pensaba que en la India había más posibilidades de abrirse camino y hacer algo revolucionario en vez de seguir las tendencias existentes”, comenta. “Cuando uno mira a los países en desarrollo, sobre todo la India, aquí hay otro tipo de emprendedores. Creo que es por eso que la gente viene aquí. Se puede hacer algo y realmente ver el fruto de tu labor”, afirma.
Si se permitiera que los extranjeros, entre ellos los hijos de inmigrantes indocumentados, pudieran quedarse en EE. UU. a trabajar después de graduarse, esto sería muy positivo, porque sumarían capital humano a las esferas de ciencia y tecnología que en el mundo actual son consideradas como vitales para el desarrollo económico y social de un país, opina Juan José Gutiérrez, miembro de la organización ‘Vamos Unidos USA’.
Quienes reciben educación en territorio estadounidense y luego deben irse ocasionan una pérdida neta de capital humano y también una pérdida neta de riqueza que ellos hubieran podido ayudar a generar al país, insiste Gutiérrez.
Puede suceder que la rápida escapada de los empresarios que desde hace mucho tiempo alimentaban la economía estadounidense le cueste al país su poderío competitivo en el mundo. Dentro de seis años EE. UU. tendrá un déficit de 224.000 ingenieros, matemáticos y biólogos, insiste en su informe la Asociación para la Nueva Economía, cuyos líderes son el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el magnate mediático, Rupert Murdoch. Los autores del documento subrayan que un 40% de las 500 mayores compañías del país fueron fundadas por inmigrantes o hijos de inmigrantes.
Acentúan que la edad media de los estadounidenses aumenta, mientras que el crecimiento de la fuerza laboral alcanzó un nivel extremadamente bajo, de menos del 1% anual. Los multimillonarios insisten que como incrementar la productividad drásticamente es imposible, la única solución para dar un impulso al desarrollo económico del país es aceptar más inmigrantes de edad laboral.
Es el caso de Venna Muthasamy, de 27 años, hija de inmigrantes indios. Va a volver a su país para tratar de establecer una organización sin fines de lucro que promueva la vida sustentable. Pese a ser licenciada en Geografía Ambiental y Políticas Públicas, desde hace cuatro años no puede conseguir un trabajo seguro en EE. UU.
“Al empezar a presentarme para empleos, simplemente no recibía respuesta alguna”, dice. “Estaba totalmente perdida, sin saber qué hacer. Literalmente, nadie me respondía. Ni siquiera para dar las gracias por la solicitud. No me respondía ninguna organización en absoluto”, cuenta.
Otra razón por la que decidió dejar el país es que no quiere que sus hijos sufran el mismo destino de recibir una buena educación y no poder aplicarla en ningún lugar.
Karan Aneja, otro ciudadano estadounidense de origen indio, intenta hacer realidad su sueño profesional en su país por no haber podido lograrlo en la 'tierra prometida' de EE. UU. Siendo graduado de una de las universidades de California, Aneja pudo establecer en Nueva Delhi una empresa que concede asistencia médica a gente de cualquier edad.
“Yo siempre pensaba que en la India había más posibilidades de abrirse camino y hacer algo revolucionario en vez de seguir las tendencias existentes”, comenta. “Cuando uno mira a los países en desarrollo, sobre todo la India, aquí hay otro tipo de emprendedores. Creo que es por eso que la gente viene aquí. Se puede hacer algo y realmente ver el fruto de tu labor”, afirma.
Si se permitiera que los extranjeros, entre ellos los hijos de inmigrantes indocumentados, pudieran quedarse en EE. UU. a trabajar después de graduarse, esto sería muy positivo, porque sumarían capital humano a las esferas de ciencia y tecnología que en el mundo actual son consideradas como vitales para el desarrollo económico y social de un país, opina Juan José Gutiérrez, miembro de la organización ‘Vamos Unidos USA’.
Quienes reciben educación en territorio estadounidense y luego deben irse ocasionan una pérdida neta de capital humano y también una pérdida neta de riqueza que ellos hubieran podido ayudar a generar al país, insiste Gutiérrez.
Puede suceder que la rápida escapada de los empresarios que desde hace mucho tiempo alimentaban la economía estadounidense le cueste al país su poderío competitivo en el mundo. Dentro de seis años EE. UU. tendrá un déficit de 224.000 ingenieros, matemáticos y biólogos, insiste en su informe la Asociación para la Nueva Economía, cuyos líderes son el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el magnate mediático, Rupert Murdoch. Los autores del documento subrayan que un 40% de las 500 mayores compañías del país fueron fundadas por inmigrantes o hijos de inmigrantes.
Acentúan que la edad media de los estadounidenses aumenta, mientras que el crecimiento de la fuerza laboral alcanzó un nivel extremadamente bajo, de menos del 1% anual. Los multimillonarios insisten que como incrementar la productividad drásticamente es imposible, la única solución para dar un impulso al desarrollo económico del país es aceptar más inmigrantes de edad laboral.
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