Sociedad
Encuentran el mensaje en una botella más antiguo del mundo: casi 98 años en el mar
La organización del Libro Guinness de los Récords Mundiales confirmó, a través de su página web, el hallazgo de la botella más antigua que ha sido recuperada.
“El mensaje en una botella más antiguo del mundo pasó 97 años y 309 días en el mar. La botella fue recuperada 9,38 millas náuticas del lugar donde fue arrojada”, informa la nota en la página web del libro Guinness.
Andrew Leaper halló el envase mientras navegaba hacia el oriente de las Islas Shetland, que están situadas al norte de Escocia. “Cuando vi el cuello marrón de la botella la sujeté en seguida para que no se volviera a caer al mar, dijo Leaper a los periodistas. "Estaba muy emocionado al encontrarla y me moría de ganas de abrirla”, agregó.
La botella fue arrojada en 1914 por el capitán CH Brown de la Escuela de Navegación de Glasgow y formó parte de un lote de 1890 recipientes lanzados en un experimento gubernamental para trazar el mapa de las corrientes submarinas en los mares que rodean a Escocia. Dentro de cada botella había una tarjeta postal en la que se pedía a quien la encontrara que registre los detalles del hallazgo y prometía, como recompensa, una moneda de seis peniques, un premio que Leaper no puede recibir porque esa moneda ya dejó de circular.
Hasta ahora solo 315 de aquellas botellas fueron recuperadas (el último hallazgo récord lo realizó en 2006 un amigo de Leaper, Mark Anderson en la misma nave), así que Leaper podría perder su título en el futuro si encuentren las botellas restantes.
El hombre ya donó su hallazgo y el certificado Guinness al Centro Interpretativo de Fetlar, de Shetland.
Andrew Leaper halló el envase mientras navegaba hacia el oriente de las Islas Shetland, que están situadas al norte de Escocia. “Cuando vi el cuello marrón de la botella la sujeté en seguida para que no se volviera a caer al mar, dijo Leaper a los periodistas. "Estaba muy emocionado al encontrarla y me moría de ganas de abrirla”, agregó.
La botella fue arrojada en 1914 por el capitán CH Brown de la Escuela de Navegación de Glasgow y formó parte de un lote de 1890 recipientes lanzados en un experimento gubernamental para trazar el mapa de las corrientes submarinas en los mares que rodean a Escocia. Dentro de cada botella había una tarjeta postal en la que se pedía a quien la encontrara que registre los detalles del hallazgo y prometía, como recompensa, una moneda de seis peniques, un premio que Leaper no puede recibir porque esa moneda ya dejó de circular.
Hasta ahora solo 315 de aquellas botellas fueron recuperadas (el último hallazgo récord lo realizó en 2006 un amigo de Leaper, Mark Anderson en la misma nave), así que Leaper podría perder su título en el futuro si encuentren las botellas restantes.
El hombre ya donó su hallazgo y el certificado Guinness al Centro Interpretativo de Fetlar, de Shetland.
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