Un millón de sirios está desatendido por el programa de alimentos de la ONU
La preocupante situación se debe al agravamiento del conflicto que enfrenta al Ejército sirio con las fuerzas rebeldes. El programa es incapaz de aumentar la asistencia por la falta de socios sobre el terreno y a las dificultades para llegar a las zonas más afectadas por la guerra, explicó en una rueda de prensa la portavoz de la agencia especial de las Naciones Unidas, Elizabeth Byrs.
El personal del programa ha sido evacuado por combates desde Alepo, Homs, Tartus y Qamisly. Como consecuencia, en la primera ciudad de esta lista un kilo de pan cuesta cinco veces más que antes del inicio del conflicto. Sus precios presentan una diferencia entre el 40% y el 50% respecto a los registrados en otras regiones del país.
La destrucción de los molinos, el corte por explosiones de algunas carreteras y el déficit de hidrocarburos para distribuir cereales son las principales razones de la creciente escasez de harina. A eso se suman los repetidos bombardeos de panaderías. La consecuencia es el hambre, que cada vez afecta a un mayor número de personas en distintas zonas del país.
Transcurridos 21 meses desde el comienzo de la guerra en Siria, el organismo de Derechos Humanos de la ONU registró cerca de 60.000 víctimas mortales por el conflicto en este país árabe.