Moscú investiga la muerte de otro niño ruso en EE.UU. en extrañas circunstancias

Antón falleció el 17 de mayo de 2012, cuando en la casa de Slavik Sinchuk, el tutor estadounidense del niño, se produjo un incendio cuyo origen jamás lograron esclarecer. El cadáver del menor fue descubierto en el sótano del edificio. El dictamen forense mostró que la causa inmediata de la muerte había sido la intoxicación por gas. Al investigar el caso, las autoridades estadounidenses no presentaron ninguna acusación contra Sinchuk por falta de pruebas en su contra.

Según comentó en su momento el propio tutor a los medios locales, no se veía culpable de lo sucedido. Su esposa y él salieron a visitar a sus vecinos y, al volver al cabo de unos 40 minutos, vieron su casa en llamas y no pudieron hacer nada. Sinchuk detalló que habían dejado a Antón solo porque simplemente no querían despertarle.

Sin embargo, las autoridades rusas no se conformaron con esta versión. El Comité de Investigaciones calificó este lunes el incidente como "asesinato de un menor de edad" y solicitó a la parte estadounidense todos los materiales respecto al caso. Según cifras oficiales, a lo largo de los últimos 10 años más de dos decenas de niños de origen ruso han sido asesinados por sus padres adoptivos en EE.UU. Las crecientes tensiones entre Moscú y Washington desembocaron en la ley que paralizó las adopciones de niños rusos por parte de familias estadounidenses.