Sociedad
Muere una joven británica que dio a luz a pesar del cáncer de ovarios
Emma Mincher, una madre joven y futbolista profesional del Reino Unido, murió a los 21 años después de tres años de lucha contra el cáncer de ovarios.
A la joven, que jugaba en el equipo Blackburn Rovers, le diagnosticaron cáncer de ovarios un día antes de sus 18 cumpleaños en marzo de 2009.
Después de ser operada le dijeron que nunca podría tener hijos pero asombrosamente en junio de 2010 Emma y su cónyuge revelaron que estaba embarazada. En febrero de 2011 la joven dio a luz a su primer bebé, Lily-Mae. Un año más tarde los jóvenes volvieron a ser padres cuando nació su segunda hija, Molly-Rae.
Sin embargo, la felicidad no duró mucho y pronto Emma supo que el cáncer había vuelto. La británica volvió a ser operada y sometida a quimioterapia. Los esfuerzos médicos dieron resultado y poco después los médicos dijeron que Emma había vencido la enfermedad.
No obstante, en noviembre el estado de la salud de Emma volvió a empeorar pero la joven se negó a continuar el tratamiento porque quería disfrutar del poco tiempo que le quedaba junto a su familia.
Desafió el lúgubre pronóstico y celebró la primera Navidad con Molly-Rae y hasta organizó una fiesta conjunta de cumpleaños para sus hijas el 16 de febrero. Cuatro días después murió en el hospital.
Tanto para su familia como para otros enfermos terminales, las ganas de vivir de la joven se han convertido en una inspiración.
Después de ser operada le dijeron que nunca podría tener hijos pero asombrosamente en junio de 2010 Emma y su cónyuge revelaron que estaba embarazada. En febrero de 2011 la joven dio a luz a su primer bebé, Lily-Mae. Un año más tarde los jóvenes volvieron a ser padres cuando nació su segunda hija, Molly-Rae.
Sin embargo, la felicidad no duró mucho y pronto Emma supo que el cáncer había vuelto. La británica volvió a ser operada y sometida a quimioterapia. Los esfuerzos médicos dieron resultado y poco después los médicos dijeron que Emma había vencido la enfermedad.
No obstante, en noviembre el estado de la salud de Emma volvió a empeorar pero la joven se negó a continuar el tratamiento porque quería disfrutar del poco tiempo que le quedaba junto a su familia.
Desafió el lúgubre pronóstico y celebró la primera Navidad con Molly-Rae y hasta organizó una fiesta conjunta de cumpleaños para sus hijas el 16 de febrero. Cuatro días después murió en el hospital.
Tanto para su familia como para otros enfermos terminales, las ganas de vivir de la joven se han convertido en una inspiración.
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