Los restos óseos al parecer humanos han sido ubicados a dos kilómetros del basurero de Cocula, en el estado de Guerrero. La zona ha sido inspeccionada por la Policía y los huesos quemados llevados para un peritaje.
Las autoridades cuentan con un testimonio de un vecino que afirmó haber visto en el lugar de hallazgo una importante fogata en horas posteriores a la desaparición de los 43 normalistas jovenes, o sea en la madrugada del 27 de septiembre. Estas palabras se confirman por la presencia allí mismo de leña quemada, cenizas y alambre de acero de neumáticos quemados.