China ha puesto en órbita el satélite de sondeo a distancia de la Tierra Yaogan-26, calificado en Occidente como un integrante de la creciente familia de satélites espías. Fue llevado al espacio por el cohete Larga Marcha-4B desde la puerta espacial Taiyuan, situada en la provincia de Shanxi.
Las autoridades chinas aseguran que el Yaogan será utilizado tanto con fines de vigilancia, como para experimentos científicos. Según un comunicado de la agencia Xinhua, la información que recopile facilitará elaborar previsiones sobre las futuras cosechas agrícolas y sobre la escala de eventuales desastres naturales, lo que permitirá reducir las consecuencias.